VALORACION A LA ETAPA CONSTITUYENTE
Del 6 de marzo del 2006 (fecha en que se promulgó la Ley de convocatoria para la Asamblea constituyente) al 21 de octubre de 2008 (día en que se sancionó y se promulgó la ley de convocatoria al referéndum para aprobar o no el nuevo texto constitucional) han pasado dos años, siete meses y 15 días. Este es el tiempo que demandó a las mayorías del pueblo boliviano llegar a la consolidación de una etapa importante en el cronograma del proceso constituyente.
Una primera conclusión a la que se llega desde el dato anterior es que a la oposición y a los cívicos de la media luna les resultó demasiado largo los cinco años (2006 – 2011) de gestión gubernamental “masista”, para recuperar el grado de poder perdido en las elecciones del 2005. Desde una valoración aparentemente llena de subjetivismo se jugaron a crear situaciones complejas para inducir a Evo Morales ha renunciar como presidente y a que su gobierno se desgaste tanto al grado de que el pueblo se le venga encima y pida nuevas elecciones. Para tal objeto posesionaron en el debata mediático la demanda de autonomía departamental y el cuestionamiento a la legitimidad y la legalidad del proceso constituyente.
Atacaron con el argumento de ilegalidad a la Propuesta del texto constitucional y presentaron la alternativa del estatuto autonómico (evidentemente ilegal) y una nueva figura institucional corporativa; Gobierno Departamental y la Asamblea Legislativa Departamental (También ilegales) Ambas fueron el sostén ficticio de institucionalidad de mando centralizado, creado por la demanda autonomista y que en última instancia fue desde donde se comandó la postergación de la demanda autonómica y la extrema politización. (Si el gobierno se ocupo de hacer política con la gestión económica, las prefecturas hicieron política y olvidaron su gestión económica, y la CAO - CAINCO se metió en ese carril)
Ahora con mucha soltura y alto grado de certidumbre se puede afirmar que la oposición no evalúo correctamente los rumbos que tomaría la dinámica política nacional al concentrar gran parte de su tiempo y sus esfuerzos en el desgates y boicot de la Asamblea Constituyente. Al año y medio cosechó muchos fracasos y al frente tuvieron que afrontar una gestión política con resultados desfavorable y con altos cuestionamientos y fracturas al interior, no solo de PODEMOS, sino del propio CONALDE a nivel nacional y en menos proporción del movimiento cívico cruceño. Al menos en su capacidad de convocatoria.
Por el otro lado (en contraposición a la actitud opositora) concentrar esfuerzos para llevar adelante la Asamblea Constituyente, al gobierno de Evo Morales le dio réditos políticos importantes y significativos en términos organizativos, electorales y hegemónicos, al grado de estar ya a un paso de compartir con el Comité Cívico la responsabilidad política de consolidar y legalizar la reivindicación de las autonomías departamentales)
El MAS ya no se opone a las autonomías departamentales, (ya dejo de hacerlo antes de agosto del 2007). De hecho, a partir de ahora será parte fundamental de su estrategia y propuesta electoral en miras a las elecciones nacionales del 2009, y en caso de ser favorecido por el voto popular la autonomía departamental y la autonomías indígenas originarias campesina será una tarea conjunta y compartida entre el Gobierno central, las prefecturas y los movimientos cívicos, (como debía haber sido siempre) posesionando la pluralidad y las particulares contradicciones políticas ideológicas y económicas regionales. Esto las fuerzas reaccionarias y radicales de Santa Cruz no lo toleran y por ello ahora contraponen a la demanda autonómica una demanda de federalismo.
Evo Morales, ya lo dijimos mas arriba, se opuso a la autonomía departamental solo en tanto se tenía una demanda de autonomía indígena originaria campesina bastante débil y frágilmente posesionada en el debate público, frente a un expansivo proyecto manejado por los grupos de poder en el oriente boliviano. La fuerza electoral del MAS y la reivindicación indígena que la respalda coloca, a las dos modalidades de autonomía en el plano del pluralismo político, económico y jurídico en relación democrática equitativa. Esto es lo que se tiene que entender, principalmente en el Comité Cívico Pro Santa Cruz a la cabeza de su vicepresidente (En ausencia de Branco Marinkovic). Sin embargo persiste su oposición a la realización del referéndum por la Asamblea Constituyente.
Nos preguntamos ¿Qué es lo que espera que políticamente ocurra? ¿Acaso que Branco venga con los marines ante el pedido de protectorado? ¿O qué los falangistas tomen el Estado por Asalto? ¿O Delmar Méndez vicepresidente de la Asamblea Legislativa Deprtamental sea Gobernador ante el “fracaso y la traición” de Rubén Costas? Es evidente que de seguir así terminarán perdiendo el hilo conductor de la dinámica política nacional y se atrincheran en una acción regional desgastada y difícilmente sustentable. Eso históricamente ha ocurrido con muchos partidos políticos, pero que los dirigentes cívicos lleven a ese extremo al Comité Cívico Pro Intereses, nadie se los va a perdonar.
Inevitablemente tenemos que concluir que la acción política en los marcos legales y a mediano plazo debe hacérsela en evento que se enmarquen al nuevo texto constitucional (que incluyen las autonomías departamentales) y se sustancie mutuamente (Texto constitucional y nuevos aportes) Ya no es posible crecer desde la periferia de la propuesta constitucional. De esto ya es conciente un amplio sector de PODEMOS y se juegan a reivindicar su autoría de la propuesta constitucional.
Lo actitud sectorial de PODEMOS es preparatoria a las elecciones de diciembre del 2009 para disputar el espacio electoral a Evo Morales, esto es racional y se sustancia desde el debate del texto constitucional con la certeza que:
· Ayudó a la sociedad boliviana a darle valor y sentido normativo a la convivencia entre los bolivianos
· Permitió universalizar conceptos sobre ejes temáticos concernientes a las autonomías, poderes del Estado, derechos, plurinacionalidad y pluralismo jurídico, económico, cultural, político y lingüístico.
· Identificó y posesionó los intereses nacionales y los intereses regionales en una interdependencia en miras al desarrollo integral. (Social, político, económico y cultural)
· Se abrió caparazones neocoloniales que no permitían incorporar a los pueblos indígenas campesinos originarios a procesos de organización y ejercicio institucional del Estado.
· Se marcó, se experimentó y se legitimó los alcances de la participación ciudadana desde nuevos recursos e instituciones democráticas (Asambleas, cabildos, consultas populares) para llevarlos al texto constitucional con criterios enriquecedores de la norma que regule la relación entre el poder constituyente (Pueblo) y el poder constituido (Órganos funcionales del Estado)
· Maduró la concepción institucional de la prensa y la información.
· Maduró la identificación de los roles de la sociedad y la institucionalidad al interior de la organización estatal.
· Clarificó la necesidad de normar e ir más allá de lo enunciativo en el ejercicio directo de la soberanía y supremacía del pueblo ante los poderes constituidos.
Y por sobre todo, abre una nueva etapa de enriquecimiento de la praxis política
¿Por qué ahora se pudo llegar a un acuerdo político y no antes?
Nos ponemos a pensar en las circunstancias y las razones que ayudaron al acuerdo parlamentario y lo primero que pensamos es en un CONALDE debilitado y sin argumentos para seguir radicalizando la “Resistencia civil” debido a la expulsión de Philips Goldbert, la detención de Leopoldo Fernández y el Estado de Sitio en el departamento de Pando. Pero estos son solo factores circunstanciales que configuran un ambiente de negociación.
El Estado llegó con todo su aparato represivo a un lugar donde en realidad debía haberlo hecho mucho antes. Y si en verdad existió un plan de Golpe Civil, (Hay muchas evidencias reales y otras especulativas que llevan a corroborar este hecho) la información y los detalles tuvieron que ser manejados por Leopoldo Fernández, en ese sentido las denuncias y nombres de los que participaron son ya parte de los aparatos de investigación estatal. En esa mirada vemos que la negociación propuesta por Mario Cossio, prefecto de Tarija, más que un mensaje de pacificación democrática y honesta, fue la opción para salvaguardar la “metida de pata” del CONALDE en una aventura golpista y (también) para proteger a quienes puedan constituirse en potenciales informantes de dicha aventura
Con ese antecedente el diálogo propuesto por Mario Cossio y el CONALDE después de los acontecimientos del 11 y 12 de septiembre fue un intercambio de opiniones entre los prefectos opositores y el gobierno. Pero es en este diálogo donde el gobierno y la oposición empujaron el proceso constituyente hacia el Congreso Nacional. Así lo reconoció Mario Cossio después de dar algunas razones que le llevaron a no firmar ningún acuerdo. Muchos analistas de derecha coinciden en que este acuerdo debía haber avanzado más para facilitar el trabajo de la oposición parlamentaria. Se equivocaron los prefectos de la media luna al truncar el diálogo y no buscar mas avances.
La convocatoria al congreso con agenda para tratar el referéndum para la asamblea constituyente, viene a constituirse como el paso más importante hacia la culminación de la etapa de la Asamblea Constituyente. El diálogo entre prefectos y representantes del gobierno (al no plasmarse en un acuerdo firmado por las partes) fue un preámbulo político y una pulseta mediática donde quedó claro el carácter coercitivo del Estado y el lugar jerárquico que los prefectos ocupan en la estructura estatal. (Era necesario hacerlo)
Lo que vino después del encuentro es la mesa de diálogo y negociación en las Comisiones del parlamento entre las 4 fuerzas políticas
En esta mesa la demanda de Sucre quedó al margen y el tema de la tierra, seguridad social, cooperativas de agua y de electrificación y las autonomías fueron de especial atención.
La negociación para la oposición fue algo así como un “Salvamos lo que pudimos” y un “Hubiésemos avanzado mas si teníamos un día mas y la marcha se retrazaba uno o dos días.” (Menos mal que no fue así). En todo caso tuvieron más de un año para hacerlo, y no lo hicieron, y las masas esperaron más de un año y cansados de tanta espera se propusieron cerrar el parlamento, solo entonces se pudo llegar a acuerdos. La democracia representativa no debe esperar ni llevar el conflicto a estos extremos.
El Estado llegó con todo su aparato represivo a un lugar donde en realidad debía haberlo hecho mucho antes. Y si en verdad existió un plan de Golpe Civil, (Hay muchas evidencias reales y otras especulativas que llevan a corroborar este hecho) la información y los detalles tuvieron que ser manejados por Leopoldo Fernández, en ese sentido las denuncias y nombres de los que participaron son ya parte de los aparatos de investigación estatal. En esa mirada vemos que la negociación propuesta por Mario Cossio, prefecto de Tarija, más que un mensaje de pacificación democrática y honesta, fue la opción para salvaguardar la “metida de pata” del CONALDE en una aventura golpista y (también) para proteger a quienes puedan constituirse en potenciales informantes de dicha aventura
Con ese antecedente el diálogo propuesto por Mario Cossio y el CONALDE después de los acontecimientos del 11 y 12 de septiembre fue un intercambio de opiniones entre los prefectos opositores y el gobierno. Pero es en este diálogo donde el gobierno y la oposición empujaron el proceso constituyente hacia el Congreso Nacional. Así lo reconoció Mario Cossio después de dar algunas razones que le llevaron a no firmar ningún acuerdo. Muchos analistas de derecha coinciden en que este acuerdo debía haber avanzado más para facilitar el trabajo de la oposición parlamentaria. Se equivocaron los prefectos de la media luna al truncar el diálogo y no buscar mas avances.
La convocatoria al congreso con agenda para tratar el referéndum para la asamblea constituyente, viene a constituirse como el paso más importante hacia la culminación de la etapa de la Asamblea Constituyente. El diálogo entre prefectos y representantes del gobierno (al no plasmarse en un acuerdo firmado por las partes) fue un preámbulo político y una pulseta mediática donde quedó claro el carácter coercitivo del Estado y el lugar jerárquico que los prefectos ocupan en la estructura estatal. (Era necesario hacerlo)
Lo que vino después del encuentro es la mesa de diálogo y negociación en las Comisiones del parlamento entre las 4 fuerzas políticas
En esta mesa la demanda de Sucre quedó al margen y el tema de la tierra, seguridad social, cooperativas de agua y de electrificación y las autonomías fueron de especial atención.
La negociación para la oposición fue algo así como un “Salvamos lo que pudimos” y un “Hubiésemos avanzado mas si teníamos un día mas y la marcha se retrazaba uno o dos días.” (Menos mal que no fue así). En todo caso tuvieron más de un año para hacerlo, y no lo hicieron, y las masas esperaron más de un año y cansados de tanta espera se propusieron cerrar el parlamento, solo entonces se pudo llegar a acuerdos. La democracia representativa no debe esperar ni llevar el conflicto a estos extremos.
¿Hubo personas claves en la negociación?
El pueblo que se apostó en las afueras del parlamento después de una dura marcha es el personaje clave de la negociación y de la promulgación de referéndum aprobatorio y dirimidor. (Aunque no el mas beneficiado)
Hay parlamentarios y negociadores que tuvieron una adecuada lectura de las plataforma política en la que giraba la negociación y la sesión congresal. Sin quitar el mérito al papel del vicepresidente Álvaro García (y que el mismo presidente Evo Morales lo reconoció), es relevante la presencia de dos miradas regionales en cierta manera contrapuestos, pero que se centraron adecuadamente en los mismos objetivos eminentemente más técnicos que ideológicos. (Para evitar el cierre del parlamento)
En cierta manera es la mirada urbana del occidente y cruceña urbana reformista (sin sentido peyorativo) que se filtra en el congreso de manera racional clara, una afín al gobierno, pero no precisamente acorde a las demandas de los pueblos y naciones indígena originaria campesinas y de los movimientos sociales, la otra eminentemente cívico empresarial.
Con respecto al texto de Oruro se hizo muchas concesiones a favor de los grupos de poder, y lo que ganó el pueblo fue llegar a esta etapa pacíficamente a través de un acuerdo parlamentario y democrático.
Vale la pena en esta oportunidad mencionar que (en cierta manera) lo que no hizo Salvador Rick y Hugo Salvatierra, en los inicios de la gestión gubernamental lo hace Carlos Romero (negociar en términos técnicos con los representantes de los grupo de poder) y lo que no quiso Tuto Quiroga lo hace Carlos Börth pero con la venia del jefe de PODEMOS y al margen del CONALDE
Es el poder constituyente (pueblo) que decide por muchas razones confiar o conformarse con lo avanzado con el texto constitucional sin intuir en los cambios que se dieron a favor de los grupos de poder. (Eso no es reprochable en el marco de esta etapa y por la premura de hacerlo). Y bueno lo que no quiso hacer y no pudo hacer la dirigencia cívica cruceña lo hicieron otros, desde encuentros secretos o reservados, con la CAO, CAINCO, asambleístas y congresistas.
Es claro que la mirada urbana cruceña perteneciente al sector oficialista y la mirada opositora pertenecientes al proyecto de las cooperativas cruceñas, CAO, CAINCO y grupos secretos de poder (desde encuentros reservados), capitalizaron acuerdos previos antes y durante la reunión de las comisiones en el parlamento. Solo en este sentido se entiende el rechazo de grupos radicales del movimiento cívico y de la Falange Socialista Boliviana en Santa Cruz y el silencio de los grupos de las logias cruceñas.
La dinámica de la democracia pactada, concertada y constitucional de los grupos de poder en el oriente boliviano empieza a acomodarse (por ahora) a los nuevos cambios sin su interlocutor cívico y prefectural. Desde esta postura la democracia liberal puede durar más y los proyectos populares y radicales de la izquierda boliviana y latinoamericano deberán seguir aportando hacia la transformación crítica de la sociedad en condiciones mas favorables y cualitativamente superiores a toda la historia pasada.
Los nuevos días y las transformaciones en la región y en toda Bolivia ira de la mano de una nueva mirada, con posturas más racionales y en busca de beneficios comunes en la lógica de un nuevo estado liberal inclusivo y descolonizador.
Refugio de los grupos de poder en la modificación al texto de Oruro
Se tiene que concluir que la intervención del parlamento en la redacción final del texto constitucional fue una concesión de los movimientos sociales y del CONALCAN en aras a la vía pacífica, y para el caso de la oposición fue la culminación de una serie de pasos diseñados para quitarle y compartir el mérito de la redacción del texto constitucional, (después del fracaso de los asambleístas opositores) además de incorporar las modificaciones que les permitan, (a los sectores dominantes) mantener su poder hegemónico.
La modificaciones (y no intenten dorar la píldora) fueron hechas en función a las consignas generadas por las fuerzas reaccionarias a lo largo del debate constituyente y ya no en apego al marco revolucionario y filosófico del que se había nutrido durante el periodo que funcionó la Asamblea Constituyente. Fueron reformas tecnócratas a favor de los intereses del capital agroindustrial y grupos urbanos conservadores.
Con las modificaciones se ha fabricado un refugio para que los partidos conservadores con proyectos neoliberales sobrevivan y se desarrollen en tanto acepten la nueva constitución Política del Estado. Los partidos de izquierda por unos años mas estarán invernando mientras el MAS seguirá intentando tener el control de los movimientos sociales y el movimiento sindical.
Con las modificaciones hechas a la propuesta de Oruro y la experiencia traumáticas de los acontecimientos de septiembre la democracia apuesta a nuevas condiciones para el reacomodo de los proyectos políticos urbanos en la medida en que las autonomías departamentales e indígenas originarias campesinas vayan definiendo los límites de su ámbito de influencia.
Con la propuesta de la nueva configuración en el tema de organización territorial marcada en la tercera parte (digamos de una vez, la “NUEVA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO”), la clase media urbana volverá ha hacer política desde proyectos regionales al interior de las autonomías departamentales y municipales para aportar e influir en la estructuración del esqueleto político – jurídico. En esta etapa jugará un papel importante el liderazgo nacional. Sin embargo las masas, organizadas y la ciudadanía al margen de cualquier liderazgo nacional o regional, no dejaran de ser los forjadores de este proceso, tanto así los que apoyaron abiertamente como los que se opusieron, porque de las dos sopas tiene la “Nueva Constitución Política del Estado”.
La modificaciones (y no intenten dorar la píldora) fueron hechas en función a las consignas generadas por las fuerzas reaccionarias a lo largo del debate constituyente y ya no en apego al marco revolucionario y filosófico del que se había nutrido durante el periodo que funcionó la Asamblea Constituyente. Fueron reformas tecnócratas a favor de los intereses del capital agroindustrial y grupos urbanos conservadores.
Con las modificaciones se ha fabricado un refugio para que los partidos conservadores con proyectos neoliberales sobrevivan y se desarrollen en tanto acepten la nueva constitución Política del Estado. Los partidos de izquierda por unos años mas estarán invernando mientras el MAS seguirá intentando tener el control de los movimientos sociales y el movimiento sindical.
Con las modificaciones hechas a la propuesta de Oruro y la experiencia traumáticas de los acontecimientos de septiembre la democracia apuesta a nuevas condiciones para el reacomodo de los proyectos políticos urbanos en la medida en que las autonomías departamentales e indígenas originarias campesinas vayan definiendo los límites de su ámbito de influencia.
Con la propuesta de la nueva configuración en el tema de organización territorial marcada en la tercera parte (digamos de una vez, la “NUEVA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO”), la clase media urbana volverá ha hacer política desde proyectos regionales al interior de las autonomías departamentales y municipales para aportar e influir en la estructuración del esqueleto político – jurídico. En esta etapa jugará un papel importante el liderazgo nacional. Sin embargo las masas, organizadas y la ciudadanía al margen de cualquier liderazgo nacional o regional, no dejaran de ser los forjadores de este proceso, tanto así los que apoyaron abiertamente como los que se opusieron, porque de las dos sopas tiene la “Nueva Constitución Política del Estado”.
Y al fin el texto salio con redacción terminada
El texto llegó a su fase Terminal de redacción, y aquellos que decían antes del 6 de agosto del 2006 que el MAS iba con su texto bajo el brazo y persistieron afirmando (después del 14 de diciembre del 2007) que era un texto masista, tendrán que dejar de hacerlo. Ahora ya son parte de “ese texto”, es más demandan su paternidad.
Pero siguen los que dicen que los masistas del Congreso Nacional, traicionaron al dejar que se haga modificaciones, ellos seguirán con el tema hasta que se den cuenta que las elecciones del 2009 son con resultados cantados.
Algo de las estas posiciones son rescatables y ante ellos nos animamos a mencionar con respecto a las modificaciones del texto que:
· Al incorporar la República en vez de “Pueblo Boliviano”, se ignora un año de debate sobre las connotaciones de éste término y se retoma la supremacía del derecho a la nacionalidad boliviana frente al de la ciudadanía. Esto es darle continuidad a los deseos homogeneizantes de las clases dominantes urbanas frente a los pueblos indígenas originarios campesino.
· Volver a la elección de diputados plurinacionales es ventajoso para organizaciones con presencia nacional y no así para agrupaciones locales o regionales. Al menos en la etapa que viene después de las elecciones del 2009. Modificar el artículo que determinaba solo diputados uninominales no ha sido una buena jugada para la oposición.
· Se ha modificado el texto de Oruro para proteger la propiedad privada en el área rural, sobre todo ignorando los avances sobre el tema de tierra y territorio que se había ganado en el texto de Oruro. Al frente se tiene como ejemplo el tema referido a los transgénicos; en la propuesta de Oruro se prohibía, en la actual será normada por ley.
Ya tendremos mas oportunidades para ir explorando y desarrollando el tema constituyente, por ahora solo no queda empezar a conocer lo que se ha hecho y profundizar la convicción de las transformaciones pacífica y normadas para evitar meternos en círculos de violencia. Pensemos en construir nuevos imaginarios que enriquezcan las leyes derivadas de nuestra norma mandante o Constitución Política del Estado.
Pero siguen los que dicen que los masistas del Congreso Nacional, traicionaron al dejar que se haga modificaciones, ellos seguirán con el tema hasta que se den cuenta que las elecciones del 2009 son con resultados cantados.
Algo de las estas posiciones son rescatables y ante ellos nos animamos a mencionar con respecto a las modificaciones del texto que:
· Al incorporar la República en vez de “Pueblo Boliviano”, se ignora un año de debate sobre las connotaciones de éste término y se retoma la supremacía del derecho a la nacionalidad boliviana frente al de la ciudadanía. Esto es darle continuidad a los deseos homogeneizantes de las clases dominantes urbanas frente a los pueblos indígenas originarios campesino.
· Volver a la elección de diputados plurinacionales es ventajoso para organizaciones con presencia nacional y no así para agrupaciones locales o regionales. Al menos en la etapa que viene después de las elecciones del 2009. Modificar el artículo que determinaba solo diputados uninominales no ha sido una buena jugada para la oposición.
· Se ha modificado el texto de Oruro para proteger la propiedad privada en el área rural, sobre todo ignorando los avances sobre el tema de tierra y territorio que se había ganado en el texto de Oruro. Al frente se tiene como ejemplo el tema referido a los transgénicos; en la propuesta de Oruro se prohibía, en la actual será normada por ley.
Ya tendremos mas oportunidades para ir explorando y desarrollando el tema constituyente, por ahora solo no queda empezar a conocer lo que se ha hecho y profundizar la convicción de las transformaciones pacífica y normadas para evitar meternos en círculos de violencia. Pensemos en construir nuevos imaginarios que enriquezcan las leyes derivadas de nuestra norma mandante o Constitución Política del Estado.
El marco legal es la legitimidad
Lo venimos afirmando a lo largo de otros artículos que la redacción final del texto constitucional es privativa de la Asamblea Constituyente. Esto en definitiva podía se ser cambiada por ninguna ley interpretativa.
Para entender la Ley interpretativa del artículo 232 y el trabajo de la comisiones en el parlamento debemos hacerlo desde el accionar de la suprapartidaria que a la cabeza del vicepresidente intentó llegar a acuerdos durante el mes de septiembre y parte de octubre del 2007, pero no para suplantar las competencias de la Asamblea Constituyente, sino para proponer a la Asamblea Constituyente una agenda que sirvan de referencia o punto de partida en la iniciación de las plenarias en Sucre.
En esta segunda oportunidad (las comisiones partidarias) técnicamente se constituyen en algo parecido a la suprapartidaria del 2007, pero sin la participación de la directiva de la Asambleístas Constituyente ni representantes de los asambleístas.
Sustancialmente fueron diferentes; las diferencias más importantes entre el octubre de la suprapartidaria y el octubre de las comisiones partidaria son:
· El 2007, en octubre no se tenía ninguna propuesta de texto constitucional en manos del congreso. Ahora sí
· El 2007 se discutían contenidos de manera general, el 2008 ocho las comisiones partidarias trataban y resolvían la concordancia y estilo de un texto propuesto. (esto era la tarea que debía haberlo hecho la comisión de estilo y concordancia antes de diciembre del 2007)
· En octubre del 2007 no se conocía y no se enarbolaba ningún proyecto político definido, en octubre del 2008 se tenía un proyecto ya escrito y jurídicamente reconocido como propuesta de la nueva Constitución Política del Estado.
· Durante la suprapartidaria no existía la prueba fehaciente de la inclusión de las autonomías departamentales en el texto constitucional propuesto; en el trabajo de las comisiones en el congreso fue imposible seguir mintiendo, ni siquiera para instrumentalizar intereses políticos y económicos.
· En octubre del año pasado los cívicos cruceños reivindican sus demandas de autonomía departamental con bases sólidas, pero en el transcurso de del 2007 al 2008 construyen demandas fuera del contexto constituyente y de la legalidad. En octubre del 2008 las demandas sectoriales en conflicto y el texto constitucional se dirigen al ámbito de la legalidad y por ello toda la ilegalidad de la construcción cívica no logra posesionarse en la comisión partidaria del congreso.
Con estos puntos de por medio, llegamos de octubre del 2007 a octubre del 2008. Y el 20 de octubre del 2008, será el día que recordará la historia boliviana de muchas maneras. Unos la recordaran como el día en que oposición y oficialismo se unieron, otros como el evento que más personas juntó alrededor de la plaza Murillo, otros como el día en que empezó a refundarse Bolivia, también como el día que nació la guagua constituyente, pero nadie debe olvidar que ese día las masas impusieron su voluntad, que las masas (fuera de los recintos del congreso) cansadas de la irresponsabilidad parlamentaria y la negligencia de cívicos y prefectos rebeldes dan una oportunidad (a la clase política) para que planteen una solución legal a esta etapa del proceso constituyente o firmen en definitiva su cierre.
El 2003 se había obligado a que el presidente constitucional presente su carta de renuncia, casi se llega a experimentar el cierre del parlamento por la acción y voluntad de las masas, no por un golpe militar o cívico militar, sino por un nuevo 52. Es esta la razón única que tiene sentido a la hora de la promulgación y sanción del referéndum.
La legalidad a partir de la ley interpretativa del artículo 232 es tan débil y transgresora de la norma constitucional como tantas otras que aun conviven en la estructura jurídica nacional sin ser ni siquiera observadas.
La ley interpretativa, la moción de dispensación de trámite y voto urgente le usurpa competencias a la Asamblea Constituyente, (contraponiéndose al artículo 232 de la actual CPE), pero en un proceso como el que se está viviendo el exceso positivo tiene sentido desde aquello que Juan Lechín y miles de populistas latinoamericanos lo repiten “La voz de pueblo es la voz de Dios”.
Es la voluntad del pueblo la que se hizo carne en la noche del 20 de octubre y la media mañana del 21 del mismo mes. Por fin los legisladores escucharon la voz de Dios, e intuyeron el castigo de seguir haciéndose a los sordos y ciegos.
Algún constitucionalista que quiera desgarrarse la vestimenta tratando de encontrar coherencia y concordancia del derecho positivo en las Ley interpretativa del artículo 232 de la actual CPE, la moción de dispensación de trámite del reglamento general de la Cámara de Diputados, la modificación al texto constitucional propuesto en manos de los legisladores y la ley de convocatoria al referéndum sancionada el 21 de octubre del 2008, (para aprobar el texto constitucional), pecará de iluso y atrevido. Sencillamente jamás la encontrará y tampoco podrá demostrar lo contrario.
Por primera vez vale la pena afirmar que el marco legal de la Ley de Convocatoria al referéndum y la modificación del texto constitucional reside en la legitimidad, es esta la nueva construcción del estado. Ante la vida corta que le queda a la actual CPE, la legalidad necesariamente debe marcarla la legitimidad del pueblo.
Parafraseando a aquella frase de Mariano Melgarejo cuando un 23 de marzo del 1865 desde los balcones del palacio quemado exclamaba “Belzu ha muerto, Quién vive ahora?” diremos ¡La vieja constitución ha muerto¡ ¿Quién vive ahora?
El pasado 21 de octubre del 2008 el presidente Evo Morales y mas de 20 000 personas frente al palacio quemado gritaron Patria o muerte ¡Venceremos! En una clara alusión al proyecto latinoamericano y el ideal guevarista.
Se vuelve a recuperar lo que en 1865 se empezó a perder; la propiedad de tierra de los pueblos y naciones indígenas originarios campesinos.
Y que curioso, la negociación se da a partir de acuerdos en este punto. Hay un viraje y una renuncia a una victoria total sin duda, pero ¡Que sea la historia la que juzgue!
Santa Cruz, 28 de octubre del 2008
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