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martes, 10 de febrero de 2009

ENTRE LA MENTIRA Y EL MAL CÁLCULO

ENTRE LA MENTIRA Y EL MAL CÁLCULO

El proceso de cambio de la matriz económico, político y régimen social boliviana bajo el esqueleto normativo de la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE) demanda diseñar y proyectar (independientemente de la correlación de fuerzas) acuerdos inevitables (o pactos) para encarar la superación de una compleja estela negativa, que dejó todo un conjunto de movilizaciones junto a prejuicios, esquemas y slogans publicitarios, construidos y difundidos masivamente (como campaña y no como socialización) a favor o en contra de la aprobación de la nueva CPE en el referéndum del 25 de enero pasado.
Tanto el oficialismo como la oposición cívica-prefectural (en sus niveles de liderazgo o vanguardia institucional nacional) intuyendo y presagiando esta demanda intentan reordenar su actitudes desde una tregua estratégica pero (sobre todo la oposición) juega la carta de controlar movimientos reivindicativos sectoriales (con protagonismo medio) manipulables para atacar el ámbito jurídico de la norma actual (Conflictos en el área educativa, infraestructura hospitalaria, invasión de predios urbanos, toma de tierras y otros) para medir y preparar escenarios favorables que definan una nueva correlación de fuerzas en las elecciones nacionales de diciembre de 2009 y la aplicabilidad de la NCPE
Los conflictos ubicados dentro los que podríamos llamar político-institucionales de impacto sectorial (no solo como continuidad a la promulgación de la NCPE) pueden ser los termómetros que den la alerta para aminorar la polarización o en cambio profundizarla. Al frente se tienen ya (y se tendrán mas) una serie de conflictos pequeños que remplazan ya a los conflictos mayores o de impacto nacional (Asamblea constituyente, referéndum revocatorio y elecciones nacionales) abriendo una nueva configuración de tópicos políticos (gestión política administrativa), que aparentemente pueden dejar en un segundo las mas fuertes diferencias del proceso de cambio de CPE sin embargo aun persiste una demanda de nulidad de la NCPE que puede interpretarse como una actitud de honor y dignidad del derrotado, pero no es así.
Los nuevos conflictos sectoriales no deben entenderse (solamente) como desgajo del conflicto constituyente, (la nueva constitución no está generando nuevos conflictos mas allá de los ya existentes o postergados coyunturalmente), pero tampoco separarlo de la visión proyectada en la NCPE, y sobre todo (en este periodo) de los pasos transitorios para caminar desde la vieja CPE hacia la NCPE. (Elecciones nacionales en diciembre de 2009, regionales, municipales y departamentales en abril de 2010).
Entonces nos encontramos ante dos procesos cuasi independientes (que cuentan con la venia de la oposición); una que intenta profundizar el conflicto sectorial, desde una institucionalidad renovada, (nuevos comités de defensa sectorial) dirigidas a organizar instancias de movilización social en contra de toda gestión gubernamental y la otra que después de actuar al margen de la ley (resistencia civil) se contextualiza políticamente e intenta recuperar desde la tradicional institucionalidad (Comité cívico, prefectura, asociación de municipios, cooperativas y otros) el espacio y la iniciativa deliberativa perdida al interior de los poderes constituidos en el ámbito nacional.
Son (en ambos casos) la manera de oponerse democráticamente al partido en función de gobierno, en las condiciones que marca la ya promulgada Nueva Constitución Política del Estado después de la campaña intensa del SI y del NO. Pero también mantener con vida la vieja pelea constitucional contra la NCPE.
Es evidente que en enero del 2009 (a diferencia de meses anteriores) el curso de la socialización del texto constitucional y toda apropiación de conocimiento sobre su contenido (por parte del ciudadano) fueron temporalmente desplazadas significativamente por la campaña que inducía al NO o al SI; y aunque la campaña (incluyendo las manifestaciones, caravanas y enfrentamiento callejeros) no rebasaron los márgenes del derecho reconocido y controlado constitucionalmente, se hace necesario listar los escollos que con el propio peso de la realidad concreta (y en menor grado conceptual) debe superarse para pensar en avanzar hacia una nueva Bolivia desde la marca de la nueva Constitución Política del Estado y generar la real y necesaria participación ciudadana con igualdad de derechos.
El primer escollo viene a ser la negativa a la lectura del texto propuesto a la población por la oposición arguyendo “ilegalidad” y “manchas de sangre” entre otros.
Ahora oponerse a la lectura de la NCPE es ir abiertamente contra el derecho ciudadano y (por el 61.43 % que dijo si a la propuesta constitucional) objetivamente se hace insostenible seguir hilando argumentos para oponerse a su lectura. Salvo mantener en vilo las expectativas de la población dada la existente demanda de inconstitucionalidad.
El segundo escollo está marcado por un conjunto de interpretaciones y conclusiones erróneas (o finalmente mentirosas) que atribuían a la nueva constitución como legalizadora del aborto y del matrimonio entre homosexuales.
Es evidente que mientras no existan reformas a la constitución refrendada el 25 de enero y promulgada el 7 de enero no veremos un solo contrato matrimonial entre dos hombres o dos mujeres reconocidas jurídicamente y tampoco viviremos la experiencia de un aborto legal mas allá de lo que se establece en el código penal en actual vigencia. Pues la oposición está empezando a vivir la fatalidad de no poder demostrar con hechos la gran mentira del aborto y el matrimonio gay que (esta mentira), a la larga será un punto en contra a nuevas campañas. Ya la población más vulnerable a caer en la instrumentalización de dogmas o creencias empezará a cuestionar y sobre todo a reflexionar qué tanto han sido objetos manipulados con mentiras e intereses ajenos; y es que en política la falsa promesas y mentiras de campaña se las paga.
Un tercer escollo es haber posicionado (a veces con un alto contenido racista) un falso antagonismo de derechos políticos y sociales entre la ciudadanía boliviana y la nación y pueblo indígena originario campesino.
Bajo el prejuicio de ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda se construyó una militante oposición al MAS en los centros urbanos metropolitanos y provinciales de la media luna. Para interpretaciones prácticas y de análisis políticos esto no es más que la manifestación política de los que ya se beneficiaron del Estado (principalmente en las zonas urbanas) frente a los que pretenden también hacerlo (desde su contexto campesino, indígena o citadino excluido). El supuesto antagonismo de derechos constitucionales ciudad – campo en la NCPE fue construcción mediática (con fines dirigidos a mantener un cauda electoral y sus privilegios políticos) de grupos y partidos con historia y trayectoria en el manejo del Estado.
La intelectualidad y los operadores políticos de la oposición parlamentaria y el movimiento cívico - prefectural ya no pueden defender ninguna tesis ni objetivar el slogan de ciudadanos de primera y de segunda; y frente a ello (desde la negación a su slogan) tienen que agarrar (no evadir) el desafío de cualificar y democratizar su participación política aprovechando sus habilidades y su capacidad reflexiva para asimilar la profundización democrática expuesta en la NCPE, pero aun pasará mas tiempo hasta que quiera hacerlo, principalmente por la persistencia de una demanda de nulidad.
El cuarto escollo está referida al perpetuo Estado totalitario masista, que al igual que en el punto anterior buscaba solo hacer frente y oposición al parlamentarismo y asambleísmo del MAS.
La oposición y los grupos de poder no quisieron o no pudieron (en algunos casos) asimilar positivamente (a favor de sus intereses políticos y económicos) la nueva correlación de fuerzas en el Congreso Nacional (después de las elecciones del 2005), la Asamblea Constituyente (agosto 2006 – Diciembre 2007), el referéndum revocatorio (agosto 10 de 2008) y el bloque antiimperialista de países latinoamericanos (UNASUR)
Para afrontar una determinada correlación de fuerzas tanto a nivel nacional como internacional, los grupos de poder antepusieron intentos paralelos legislativos y normativos y de relaciones internacionales al margen de la norma en actual vigencia y ajena a la lógica republicana del voto universal. El totalitarismo pregonado (contrariamente) entonces fue encarnado en los intentos paralelos (Estatuto autonómico sin sometimiento a la CPE) y no en el poder central (Constitución Política del Estado y estatutos sometidos en él). El totalitarismo autonomista fue (a ojos del ciudadano boliviano y la comunidad internacional) contrarestado por el poder central en la jornadas violentas de septiembre del 2007 (Matanza de Pando toma de instituciones en Santa Cruz, Atentados dinamiteros en el Chaco, y otros) El gobierno en esas instancias fue defensor del constitucionalismo vigente y la institucionalidad, y eso en la comunidad internacional es lo que vale y definió en última instancia la nueva correlación de fuerzas en disputa internacional para reconocer el proceso democrático gestado en Bolivia.
Con los fracasos del 2008 y la aprobación de la NCPE el movimiento cívico y prefectural tiene el desafío de reflexionar la posibilidad de entrar al carro del cambio y desde allá ganar espacios o en definitiva insistir con la vieja postura de oposición a la NCPE (ya ni siquiera al MAS) que le llevará a restringir su participación política y su derecho ciudadano y seguir andando a la deriva, bajo la lógica del ensayo (sin mirar analíticamente los errores).
La realidad actual está llena de señales para que no se siga ensayando acciones opositoras a la NCPE en el solo afán de no perder sus 38,67 % (negándose a si misma una participación reflexiva y constructora del nuevo Estado boliviano), es vital en ese entendido que viabilice su visión desde la misma práctica y respetando la pluralidad del conjunto sistémico constitutivo del nuevo Estado Boliviano. ¿Cuanto más podrá la oposición cargar el peso de la mentira para conservar sus 38,67% de preferencia electoral?
Tácticamente hablando, es evidente que el caudal electoral del MAS (en esta etapa) no depende (pese a sus fuertes fluctuaciones entre aciertos y desaciertos) de la buena o mala gestión o del descrédito que se le quiera dar en la etapa electoral; el caudal mas bien depende y dependerá de un conjunto de estrategias de alianza con organizaciones sociales y con las corrientes de izquierda radical y centrista que han configurado a lo largo de los últimos 50 años una visión de país con contenido social, mas democrático e inclusivo para los Obreros y pueblos indígenas, originarios y campesinos. Así ha ocurrido con la Asamblea Constituyente y así ocurrirá en las elecciones del 2009. Desde esta lógica se entiende el caudal de votos obtenidos en el referéndum revocatorio y en el referéndum constituyente. En todo esto el “Voto consigna” tiene un valor electoral inmenso y lleva a corroborar lo que decíamos mas arriba. Nos percatamos que el voto consigna no fue instruida desde una relación de jerarquía vertical (de arriba hacia abajo), sino que la consigna se construyó en las bases de las organizaciones sociales y las iniciativas ciudadanas que fueron involucrándose con el cambio desde la propuesta de la NCPE, en ese sentido hay una construcción colectiva de una estrategia de alianzas políticas entre el ciudadano, partido y las organizaciones sociales.
En un panorama semejante en el otro lado las alianzas la oposición se movió desde un modelo de organización corporativa sustentado por grupos de poder que capitalizaban sus avances políticos en el conjunto de la institucionalidad cívico – prefectural. Igualmente se pudo percibir un “voto consigna” a favor del movimiento cívico prefectural de la media luna desde líneas propositivas de acción y de ideologización que fueron construidas e instrumentalizadas desde lo rutinario y cultural de la ciudadanía. Se mostró en la NCPE una agresión al equilibrio ético moral y bienestar económico de una base social citadina, y la supuesta conculcación a sus derechos de religiosidad y de familia. Así la consigna fue movilizadora y de fácil propagación.
Pero todo lo que se hizo en este campo no es sustentable ni real y el movimiento cívico prefectural debe dar un viraje en sus diseños de consignas y sus proyecciones lectorales si quiera avanzar en esta nueva etapa.
Ya los viejos políticos y líderes del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) Poder Democrático y Social (PODEMOS) Unidad Nacional (UN) entendieron esta dinámica política, pero en cierta manera por razones coyunturales y por los grados de debilitamiento con el que llegaron después de las jornadas de octubre y las elecciones del 2005, y enceguecidos por la vislumbrante convocatoria del movimiento cívico prefectural no encontraron otras salida que oponerse al parlamentarismo y asambleísmo masista sometiéndose coyunturalmente las estrategias cívicas prefecturales en virtud a los intereses de las logias y grupos de poder. Ahora al MNR, ADN, PODEMOS, UN les toca encarar nuevos desafíos y sobre todo su sobrevivencia como fuerzas políticas.
En conjunto los partidos tradicionales y el movimiento cívico prefectural tienen al frente la necesidad de coincidir primeramente si se acepta el referéndum del 25 de enero de 2009 o se oponen e insisten en demandar su nulidad, mientras no acuerden una mirada conjunta seguirán bajo la fuerte presión de negar sus derechos constitucionales y seguir creando incertidumbre en el conjunto de la ciudadanía boliviana.
A los partidos políticos tradicionales les tiene que interesar aceptar el referéndum para que puedan integrase a la contienda política y reestructura sus mandos, de otra manera seguirán expuestos a variables de polarización generadas por los enfrentamientos y los intereses de sectores radicales protegidos por el movimiento cívico-prefectural de la media luna.
Y por otro lado el movimiento cívico prefectural (ante el eminente proceso electoral) tiene que dar un viraje a su cerrada posición opositora a la NCPE y acomodarse a las condiciones generadas por la norma constitucional, sin perder su esencia crítica (si así lo quiere), de otra manera se convertirán en las instituciones desestabilizadoras y gestoras de conflictos políticos en una realidad que intenta alejarse de este camino y retomar el camino del desarrollo integral.
Mencionamos lo anterior porque entendemos que la implementación de la NCPE aun es frágil y en sus artículos transitorios contienen plazos que deben tratarse en conjunto y de manera acordada entre las fuerzas oficialistas, opositoras y pueblo en general.

Posibles escenarios post promulgación de la NCPE.
Ya es poco lo que puede hacer la oposición en torno a la nueva norma jurídica, y también el oficialismo. Para ambos casos es ahora un nuevo reto afrontar el impulsar una constitución hecha para todos y entre todos (incluyendo los opositores)
Si suponemos que la demanda de nulidad de la NCPE realizada por el diputado Carlos Pablo Klinski carece de posibilidades reales de tener continuidad como proceso jurídico desde el Tribunal Constitucional (ahora inexistente) se puede pensar que son dos los pasos mas importantes que debe superarse; el primero es instalar la Asamblea Plurinacional y elegir al nuevo presidente y vicepresidente bajo una nueva reglamentación electoral que está en manos del actual Congreso nacional. “El Congreso de la República en el plazo de 60 días desde la promulgación de la presente constitución sancionará un nuevo régimen electoral para la elección de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Presidente y Vicepresidente de la República; la elección tendrá lugar el día 6 de diciembre de 2009 (Disposiciones transitorias – Primera)
Los 60 días en curso y contados para este fin empiezan ya a parecer descuento para llegar al 9 de abril Pero desde la experiencia de los últimos conflictos y la composición de la cámara alta y la cámara baja del parlamento parecen ser (o en definitiva es) el próximo 9 de abril el indicador que medirá si ya la clase política ha aprendido algo de lo que es ser un representante del pueblo o simplemente quieren seguir creyéndose miembros intocables dentro de un poder nominal, desgastado y en agonía, cosa que aclararía (desde la acción de masas) el fin de muchos viejos procesos en sala de espera. La presión al parlamento vendrá de los dos lados, es decir de los que dijeron SI a la NCPE y los que dijeron NO, ¿Es este el argumento para pensar en pactos?
Para empezar la reglamentación debe ajustarse mínimamente a un Estado con representación plurinacional y al calor de esto ya nacen los primeros ensayos de definición y objetivización de las naciones indígenas originarias campesina, pero al mismo tiempo el de nación o nación camba. La restructuración de regiones para elegir representante uninominales es otro tema que no será fácil consensuar y darle fluidez parlamentaria (pasa la cámara de diputados y se tranca en la de senadores) y si bien existe ahora un vacío en cuanto al proceso legislativo, al menos ese vació tiene una precisión y es que la reglamentación de las elecciones para la naciente asamblea plurinacional está en manos del Congreso Nacional y sin ninguna posibilidad legal de trabajar en función a un solo decreto promulgado por el ejecutivo.
El otro problema es de tiempo para la Ley lectoral y su reglamentación para representantes de gobiernos autónomos y departamentos descentralizados. (Gobernadores, asambleístas departamentales, prefecto, consejeros departamentales, alcaldes, concejales, autoridades indígenas originarias campesina, etc.) La Asamblea Legislativa Plurinacional (que es la que se elegirá el 6 de diciembre del 2009) sancionará en el plazo máximo de ciento ochenta días (seis meses) a partir de su instalación (posiblemente a partir de enero 6 de 2010) la Ley del Régimen Electoral, la Ley del Órgano Judicial, la Ley del Tribual Constitucional, Plurinacional y la Ley Marco de Autonomías y descentralización. (Disposiciones transitorias – Segunda) Los paréntesis son nuestros.
Suponiendo que la Asamblea Plurinacional (en el mejor de los casos) sea posicionada el 6 enero del 2010 después de las elecciones de diciembre de 2009, se tendría que tener entonces ya una ley promulgada para llevar adelante (4 de abril de 2010) las elecciones de los nuevos representantes, es decir al menos tener adelante los 90 a 120 días que demanda la Corte Electoral para llevar adelante cualquier evento plebiscitario. Esto ya es imposible.
Pero veamos mas, antes de sancionar cualquier Ley o convocatoria a elecciones la Cámara de Diputados y la de Senadores deben tener sus directivas instalaas y partiendo posiblemente de una directivas Ad Doc se tiene que elaborar su reglamento de debates, y esto (ya lo hemos vivido con la Asamblea Constituyente) no es cuestión de días o solamente semanas.
En definitiva estamos frente a artículos transitorios (en cuestión de fechas) inaplicables, salvo que las elecciones nacionales se realicen en el mes de julio y se posesione a la Asamblea Plurinacional el Mes de Agosto, pero ¿Bajo qué directiva y con que reglamento) Leamos lo que dice el artículo 159 inciso 1 de la NCPE “Son atribuciones de la Cámara de Diputados … 1.- Elaborar y aprobar su reglamento y el articulo 160 inciso 1 dice a letra “Son atribuciones de la Cámara de Senadores […] 1. Elaborar y aprobar su reglamento
En ambos casos mas abajo se dice que son sus atribuciones “Elegir a su directiva, determinar su organización interna y su funcionamiento” Artículo 159, inciso 3 y artículo 160 inciso 3) para diputados y senadores respectivamente.
Es decir que no se puede hacer nada antes de su instalación sin su directiva y su organización interna. Sin directiva y reglamento lo mas probable es que no se pueda promulgar ninguna Ley.
Sin embargo aparecen otros obstáculos que sólo pueden ser salvados desde la consulta popular o el pacto de las entidades autónomas y el nivel central de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Uno de ellos es que el régimen electoral departamental y municipal son competencias compartidas (Artículo 299 inciso 1 de la NCPE) entre el nivel central del Estado (Órgano ejecutivo y Asamblea Legislativa Plurinacional) y las entidades territoriales autónomas (Órgano ejecutivo y Asamblea municipal, departamental), pero si estos niveles autonómicos aun no han sido elegidos por voto universal, (ya que supuestamente serán elegidos el 4 de abril de 2010) entonces la única vía de acuerdo son con los concejos municipales y los alcaldes, por un lado y por otro posiblemente con el prefecto y (aunque con menos legitimidad) los consejeros departamentales.
La NCPE define competencias “Compartidas aquellas sujeta a una legislación básica de la Asamblea Legislativa Plurinacional cuya legislación de desarrollo corresponde a las entidades territoriales autónomas, de acuerdo a su característica y naturaleza. La reglamentación y ejecución corresponde a las entidades territoriales autónomas” (Artículo 297 inciso d, NCPE)
La Asamblea Legislativa Plurinacional sancionará una Ley de Régimen electoral, pero es una entidad autónoma la que tiene que reglamentarla y ejecutarla ¿Pero cómo hacerlo sin aun haber sido instalados y elegidos por voto universal?
Otro problema ya viene en curso y es el caso de la solicitud a poner en consulta popular si los departamento descentralizados quieren entrar al régimen de autonomías y a ello las regiones y algunas provincias que posiblemente vayan agarrándose de estas iniciativas ciudadanas o legislativas.
Bueno es necesario seguir explorando mas obstáculos y defectos que se trazaron en el mismo proceso, en unos casos por la presión de la masas y en otros por falta de claridad de los operadores políticos, el caso ahora es que el tiempo es insuficiente y esa es la carga que el oficialismo del SI tiene que pagar, es decir que debe cargar el error y la falta de cálculo de los ministros Carlos Romero, Héctor Arce; los diputados Carlos Bôrth, Alejandro Colanzi y los otros tantos mas (entre ministros y diputados).
Entre improvisaciones y presiones se habilitó un frente débil (a mediano plazo) para el avance de las posturas gubernamentales, y son las que se visualizan anteriormente alguna de las que se debe ir reforzando y preparando para minimizar, sino de manera pronta empezar con los acuerdos o pactos políticos. Que pena pero por ahora creo que debemos seguir viviendo con el fantasma del pacto político y no bajo la lógica del ejercicio democrático y sometimiento a la norma constitucional.
Sintetizando, el conjunto de las ideas de lo expuesto:
Al frente tenemos una oposición que difícilmente puede sostener los argumentos con los que se opusieron a la promulgación de la NCPE, un oficialismo con fechas que no le permiten avanzar raudamente en esta importante etapa y ciudadanos organizados atentos a cualquier llamado de defensa o desacato de la NCPE.
Los problemas sectoriales deben por ahora ser tratados con las expectativas de un mejor replanteo desde la norma de la NCPE y no para destruirla o para caer de nuevo en espirales de violencia institucional o agresividad al Estado de derecho.
En otras palabras, no queda otra que pactar sin imponer la fuerza del decreto o empezamos a agarrarnos patadas en el mejor de los casos.

Santa Cruz, 10 de febrero de 2009.

miércoles, 21 de enero de 2009

ETERNAMENTE EXCLUYENTES

ETERNAMENTE EXCLUYENTES

La oposición al gobierno de Evo Morales (Cívicos cruceños y prefectura) desde una serie de pasos mediáticos jugaron su última carta para inducir a la población hacia el NO en la consulta para aprobar o no la nueva Constitución Política del Estado.
Con la utilización de propaganda solicitada y difusión alternativa en las calles (Volantes, pancartas y otros) lograron que en los medios de comunicación masiva se debata consignas en alusión a supuestos antagónicos: Dios y Evo. Para ilustrar este antagonismo contraponen la imagen de Cristo en actitud esperanzadora y la imagen de Evo Morales con la indumentaria del Inca durante la posesión (como el primer presidente indígena) en el templo de Kalasasaya en la población del Tihuanaco.
En los volantes se afirma que la propuesta constitucional abre las puertas (extraña preocupación) a la legalización del aborto y al matrimonio homosexual. Pero también se presentan como luchadores democráticos y cruzados heroicos cuando vaticinan persecución política y confiscación de bienes de los cristianos y de los creyentes en Dios después de la aprobación del nuevo texto constitucional. A manera de síntesis de todas estas afirmaciones se oponen al “desalojo de Dios” de la República Boliviana desde la consigna del “No a la constitución masista”.
Sin embargo quién lea la propuesta constitucional no encontrará un solo artículo que sirva de sostén racional y positivo para concluir que desde el proyecto constitucional se esté sometiendo a consulta o veredicto final la decisión del pueblo para decir si o no a las preocupaciones planteadas anteriormente.
La intención del presente escrito no es poner en discusión la existencia o no de Dios, o de cuestionar la fe hacia Dios e íconos sacros o religiosos de los creyentes, es más bien descubrir el proyecto de exclusión y de conculcación de derechos a los oprimidos y sectores marginados hasta ahora por parte de una clase dominante que se resiste tenazmente a los cambios.
Sobre la legalización del aborto ningún entendido en la materia ignora que es un tema que por mucho tiempo ha estado y estará debatiéndose entre la postura de corrientes conservadoras y las demandas de sectores liberales y activistas feministas de la sociedad y que (necesariamente) deberá ser tratado a lo largo del desarrollo y evolución histórica de la sociedad desde el derecho consuetudinario y sacro y la jurisprudencia (Derecho positivo) nacional e internacional. El aborto (en el marco de todo principio humano y de desarrollo social constituida en Estado) se convierte en problema (socioeconómico y cultural) que la institucionalidad del Estado no puede evadir, pero que a la cual (solo por desacreditar el texto constitucional) la oposición quiere restarle importancia real deslindando (ocasionalmente e interesadamente) responsabilidades desde la distorsión del problema para repuntar políticamente asumiendo un moralismo dual y una ética ficticia tendiente a reconstruir viejas superestructuras de dominación estatal (que nada tiene que ver con el reino celestial cristiano o el misterio de la resurrección)
El artículo 66 de la nueva Constitución Política del Estado (al cual la oposición alude) expresa la garantía constitucional para que las mujeres y los hombres ejerzan sus derechos sexuales y derechos reproductivos. ¿Es esto acaso legalizar el aborto o abrir las puertas al aborto? ¿Es ir contra Dios?
Lo que la oposición realmente objeta de la nueva constitución es la incorporación de los “Derechos Sexuales y Reproductivos” en el constitucionalismo e induce (con fines políticos) a los “beatos y beatas” opositores y seguidores del Comité Cívico y la prefectura cruceña a proponerles que estos derechos (sexuales y reproductivos) sigan moviéndose en el ámbito de la censura religiosa con objeto de seguir ocultando la “verdad” y la realidad al mejor estilo del medioevo. Para desgracia de la oposición la sociedad y las concepciones sobre la vida han evolucionado (también la iglesia) dejando a la inquisición y al Estado monárquico en la postrimerías negras de la historia como obstáculo y experiencia superada por la civilización. La iglesia (como institución) desde ningún Estado soberano y liberal intenta ya en constituirse en un oráculo de derechos constitucionales (y menos bajo el auspicio de una oposición que la utiliza) Y lógicamente sobre los volantes y el spot, la representación oficial de la iglesia católica en Bolivia expreso su rechazo y negó cualquier vínculo al tema planteado por los opositores y autores de la mencionada campaña contra la constitución.
Y volviendo al tema del aborto; el aborto no está legalizado en la actual constitución y tampoco estará legalizado después de la aprobación de la propuesta, y es que la solución al problema del aborto (porque en verdad es un grave problema) no se encuentra en su legalización o no, sin embargo es claro que empeora paulatinamente si desde el constitucionalismo se desconoce los derechos sexuales y reproductivos del los hombre y las mujeres, en ese sentido el artículo 66 a la propuesta ayuda a afrontar y prevenir institucionalmente el embarazo no deseado para disminuir la frecuencia de abortos practicados y abre (ahora si) un puerta a la necesidad de una educación sobre los derechos sexuales y reproductivos.
El siguiente dato es ilustrador. En un reportaje de Full TV en la Maternidad “Percy Boland” de la ciudad de Santa Cruz, el director Dr. Raúl Hevia estimaba que atienden trece abortos provocados; por día (aunque este número según los expertos debe ser multiplicado por 10). En el mismo hospital se estima treinta y dos nacimientos entre parto normal y con cesárea por día. Estamos hablando de una tercera parte de abortos provocados frente a los niños y niñas nacidos vivos.
No queremos escudriñar mucho estos datos, pero es inevitable concluir rápidamente que la educación sexual y reproductiva en el ámbito de un Estado con religión oficial no ha optimizado y preparado adecuadamente a la mujer y al hombre boliviano en el goce y la plenitud sexual y reproductiva y es posible que tampoco lo haga sin una religión oficial, pero se hace evidente que garantizando los derechos sexuales y reproductivos se prepara una base constitucional para abordar la educación sexual sin trabas y prejuicios de una corriente extremadamente conservadora e inquisidora. Reafirmamos que sería extremadamente inocente creer que liberar al Estado de una religión oficial sea la solución al aborto, sin embargo garantizar los derechos sexuales y reproductivos (lo repetimos) siempre será un paso positivo que ayude a encarar el complejo problema del aborto y abordarlo institucionalmente desde la educación regular y la alternativa. Las garantías a los derechos mencionados no pueden ser negados o satanizados desde la opinión callejera y menos utilizarlos (acoplando un sentimiento de fe) para desgastar el proceso de cambio propuesto desde la Asamblea Constituyente. Esto es simplemente perversidad o fijación obsesiva de la oposición.
Con una parte de los anteriores argumentos es factible introducirnos a tocar el otro complejo tema de Matrimonio entre homosexuales y que de ninguna manera los menciona la propuesta de la NCPE, pero si los que se oponen al texto constitucional.
La propuesta constitucional establece el matrimonio ligado a los derechos de las familias y sin perturbar el derecho individual o colectivo. “El matrimonio entre una mujer y un hombre se constituye en un vínculo jurídico y se basa en la igualdad de derecho y deberes de los cónyuges” (Artículo 63 de la NCPE)
El matrimonio entre homosexuales es inexistente en la jurisprudencia propuesta y analizadas (la supuesta legalización) desde la lógica opositora nos encontramos con rasgos parecidos al de su reticencia al aborto. Los opositores se apoyan en el artículo donde se dice que “Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica con arreglo a las leyes y goza de los derechos reconocidos por esta constitución, sin distinción alguna” (Artículo 14). En el inciso dos del artículo continúa “El estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género…” (Las negritas son nuestras)
La oposición quiere dejar sin derechos a los homosexuales y lo peor presentarlos en la constitución como parias, es decir considerarlos ciudadanos sin derechos ya no solo sexuales y reproductivos, sino religiosos.
La crítica al matrimonio homosexual es sencillamente una actitud más de exclusión (junto a otras tantas) de las fuerzas conservadoras y reaccionarias que se oponen al nuevo texto constitucional. Se dieron cuenta que ahora los indígenas, originarios y campesinos juntota otros sectores están incluidos en el nuevo Estado boliviano y buscan nuevas víctimas sociales.
De poder y políticamente hablando, el Comité Cívico y la prefectura cruceña junto a sus aliados en los otros ocho departamentos quieren parar o detener la suma y el aporte al SI de sectores que por años fueron excluidos de los beneficios del Estado y de la protección de éste, por ello recurren a proteger (ya no ha ganar) su voto duro. Definitivamente es claro que no pueden detener el crecimiento (lento pero seguro) del Si en Santa Cruz y su última carta para este periodo es utilizar a Dios aun esto les cueste una fuerte observación de parte de la jerarquía eclesial y de la población crítica y racionalmente creyente.
Recordando que la institución matrimonial esta reservada solo a una mujer y un hombre en matrimonio, el Estado desde el concepto de ciudadanía y el derecho individual constitucionalizado (no como resultado de un contrato jurídico como es el matrimonio) no excluye a grupos humanos de los derechos constitucionales, en él por ninguna razón se puede excluir de alguno de ellos a los homosexuales, así como no puede hacerlo con los ancianos, las mujeres, las personas con discapacidades, los pandilleros, los privados de libertad, etc., todos los ciudadanos bolivianos deben gozar la protección del Estado en el ejercicio de sus derechos y garantías individuales.
Ahora en cuanto a la persecución política y la confiscación de bienes el temor solo, puede ser manifiesto en los grupos de poder y las logias que quieren eternizarse excluyendo y discriminando, sin ser sancionados y entrar a regimenes de una prohibición constititucionalizada. Igualmente sólo una minoría privilegiada por otros gobiernos puede temer a la confiscación de “sus bienes” y solo en la medida en que estos hayan sido adquiridos o acumulados de manera ilegal o por medio de la apropiación indebida de bienes fiscales, pero y jamás porque son cristianos emprendedores y respetuosos de la ley.
Toda esta campaña no hace más que mostrarnos una clase política que no quiere vivir la rica experiencia de la igualdad ante la Ley en un Estado social de derecho democrático y plural.
Estamos frente a una oposición eternamente excluyente, que quiere solamente “eternizar la exclusión y la discriminación” manteniendo el status quo vigente.
Santa Cruz, 20 de enero de 2009

viernes, 26 de diciembre de 2008

ENTRE EL SI Y EL NO A LA PROPUESTA DE LA NUEVA CPE

ENTRE EL SI Y EL NO A LA PROPUESTA DE LA NUEVA CPE

El posicionamiento del SI y del NO en Santa Cruz se da desde los medios de comunicación, eventos formales y la acción de operadores políticos-institucionales que ayudan a discernir dos visiones aparentemente antagónicas.
Con una sesgada información y solo consignas las fuerzas opositoras y conservadoras se niegan a socializar el contenido de la propuesta de texto constitucional, mientras que las instituciones afines al cambio se esfuerzan por socializarla de manera pedagógica y técnica.
Objetivamente el SI encuentra sus mejores argumentos en un análisis comparativo entre la Constitución Política del Estado en vigencia y la propuesta de nueva Constitución Política del Estado, (a futuro inmediato supone cambio con mas inclusión y mejor democracia) y el NO sólo atina a apoyarse en argumentos y conjeturas instrumentalizadas que hasta ahora no fueron aclaradas ni resueltas de manera adecuada.
Así para la ciudadanía que ya optó por el SI a la nueva CPE (por consigna, compromiso o convicción reflexiva) se le abre un abanico de tareas participativas y de transformación de la realidad lo que los motiva a organizarse y trabajar con nuevas propuestas constitucionales; en tanto que los que promueven el NO (instructiva institucional del Comité Cívico), se limitan a esperar el resultado del referéndum ya sea enfrentándose esporádicamente en zonas suburbanas con palos y piedras a los activistas del SI (intolerancia rechazada por la población), con manifestaciones tolerantes y racionales como la marcha de tractores realizadas el martes 16 de diciembre por el agro cruceño o con las campañas al medio día en el paseo de la avenida Monseñor Rivero.
Con el “Tractorazo” y la campaña en la Monseñor Rivero la reacción citadina levanta la cabeza con el apoyo del agro, el sector profesional y estudiantil de colegios y universidades privadas (en menor grado los colegios y universidades públicas), pero niega al proceso constituyente, esto le seguirá restando tiempo, iniciativa y creatividad para incorporar sus intereses en las tareas del nuevo Estado boliviano y más aun inhibirá una necesaria e inmediata etapa crítica y reflexiva. Contrariamente los movimientos sociales, colectivos afines al cambio y pueblos indígena originario campesinos se preparan en el ámbito del derecho positivo y en el conocimiento y asimilación del contenido del texto constitucional entendiendo de muchas maneras que el momento político y la etapa actual del proceso constituyente es de su responsabilidad ya que en ella se materializa la vía pacífica a favor del cambio y la revolución cultural, que sin duda es el camino responsable al que debe acercarse el conjunto de la población boliviana.

Santa Cruz, 26 de diciembre de 2008