Por Carlos Alejandro Lara Ugarte
Pasado los enfrentamientos
políticos de las jornadas y sesiones de la Asamblea Constituyente, a la fecha
(2006 - 2014), la opinión pública y los medios de comunicación especularon bastante
sobre los enfrentamientos en el campo político, económico, social y hasta militar
entre los viejos grupos de poder y las fuerzas del cambio. Se especuló sobre
tópicos referidos a las causas de estos enfrentamientos su desenlace y necesariamente sus repercusiones.
Debates
especulativos mediáticos (sin duda nutridos y hasta rigurosos) que no fueron
más allá de lo que sus ojos quisieron ver, al grado que se obvió en muchos
casos el análisis objetivo que lleve a los estrategas o asesores de la
oposición a contextualizar e identificar los errores y debilidades de las fuerzas opositoras (a Evo
Morales), en el pasado inmediato y en el presente.
Desde ese
mundo especulativo y mediático los opositores al proceso de cambio asumieron
como victoria sus derrotas y llamaron traición a la desmovilización de sus
cuadros más radicales además de otras situaciones que las disfrazaron de
diversas maneras.
Son este
conjunto de hechos los que pesan a la hora de entender la correlación de
fuerzas electorales y percibir el bajo caudal electoral que las fuerzas
contrarias al Movimiento Al Socialismo (MAS) registrarán en las elecciones de
2014.
Y es que no
sólo es la fuerza y el voto “duro” a favor del “MAS”, lo que explicará el
fracaso electoral de la oposición; son sus errores y debilidades que pesan y
son causas en el pasado inmediato que incide en las consecuencias negativas que
sin creatividad y análisis apropiado en la ciencia de la política intentan
revertirla hasta antes del día de las elecciones nacionales venideras.
Para tener
una radiografía política de la fuerza opositora al MAS a continuación se toca
algunos otros puntos que gravitaran en el quehacer electoral y la campaña
misma.
Lo que no puede olvidarse
Entre el
2006 y el 2009, la oposición apostó a una etapa de boicot económico y político con
afanes especulativos en el sistema económico - financiero y con movilizaciones de
grupos de la clase media en acciones políticas militares separatistas en velado
apoyo a grupos irregulares y abierta militancia con la estructuras cívica prefectural
radical de la “media luna, pero no pudo de ningún modo, este boicot convertirse
en una ofensiva o boicot victoriosa ni en la capitalización del voto
preferencial para los referéndum revocatorios y menos para las elecciones pasadas
del 2009.
A partir de
2009 con el peso del fracaso electoral, más las divisiones y contradicciones
internas de sus representantes en la Asamblea Legislativa de la gestión 2010 –
2015 tampoco supieron implementar una táctica defensiva opositora que pueda
ordenar y preparar nuevos momentos favorables o de recuperación política sobre
todo por que labraron sus propias barreras desde un discurso débilmente
propositivo y absurdamente negadora de las transformaciones y cambios institucionales,
económicos, políticos y sociales de la gestión de Evo Morales.
En la
presente etapa de campaña electoral está claro que la oposición (Principalmente
el MSM) intenta borrar el pasado inmediato para revertir una preferencia
electoral notoriamente inclinado en su contra, pero sin dejar entender ahora la
consolidación de los proceso de cambio y lo perjudicial que es ir en contra de
estos.
Samuel Doria
Medina, por el contrario continúa con el error del pasado al proponer durante
sus actos de campaña electoral favorecer abiertamente a la inversión privada estableciendo
una repartición igualitaria con el Estado en las ganancias generadas por la exploración,
explotación, transporte y comercialización de recursos naturales. Como
empresario lamentablemente no logra diferenciar entre el Capital, trabajo y
Recurso Natural y la lógica del nuevo modelo económico basado en que la realización
de todo producto debe proyectarse a la redistribución de los recursos con la
sociedad en la mirada del Vivir Bien y no en el lucro y enriquecimiento privado.
Igualmente
no se mueve en el espíritu del proceso constituyente y la nueva la CPE y olvida adrede que los recursos
naturales no son mercancías de propiedad privada y a las que se puede agregar
valor de cambio para beneficios de la Empresa Privada y la generación de
Plusvalía en base a la explotación del trabajo.
Por su parte
Jorge Tuto Quiroga se enfrasca en “chiquilladas” políticas como aquello de
cambiar el nombre del Palacio de Gobierno o demagógicas posturas del pasado
como el de volver a llamar al Estado Plurinacional “República de Bolivia”. Si
en eso radica su plan de gobierno sería prudente para sus seguidores cambiar de
candidatos.
Ambos
candidatos, tanto Doria Medina como Quiroga mantienen la vieja línea
estratégica que les llevó a cometer errores y actuar con debilidades, y al
parecer la falta de un balance racionalmente planteado desde una
mirada nacional, de inclusión social y profundización de los mecanismos de la
democracia plural aun pesará.
Dos periodos para analizar
errores y debilidades en el marco de la maduración democrática.
El primer
periodo está marcado por la instalación de la Asamblea Constituyente el 2006
hasta pasada la mitad de la gestión presente del Gobierno del MAS (mas o menos
hasta la realización del censo de Población y Vivienda realizado el 2013); y un
segundo periodo lo marca la difusión de los resultados del Censo Nacional hasta
la designación de candidatos a las elecciones de 2014.
El primer
periodo de la acción política opositora, al calor de la Asamblea Constituyente se
caracteriza por la propuesta de implantar un proyecto de poder radical separatista
impulsada por un grupo opositor y otro autonomista; con raíces orgánica y de
coordinación para ambos casos en el bloque cívico prefectural de los
departamentos que se autodenominaron parte de la “medialuna”, con el apoyo de
otras instancias cívicas departamentales.
Este periodo
en su superación significó la derrota del proyecto de la oligarquía cruceña y
los grupos de poder económico transnacional, minero y terrateniente. Así a la
oposición no le quedó más que alinearse al proyecto democrático en los tópicos
de la democracia plural y el Estado Plurinacional, y acá es donde se puede
considerar el segundo periodo importante en el análisis de los errores y
debilidades de las fuerzas opositoras.
El paso del
primer periodo al segundo significó indiscutiblemente la victoria del “MAS” y
la capitulación implícita del grupo duro de la oposición de la “medialuna”
separatista y autonomista, pero también con esta capitulación, obligada por las
circunstancias y por el bajón en el pensamiento
radical opositor se volvió a los viejos proyectos
liberales democráticos sin abandonar la vieja mirada republicana y restauradora
del viejo estado. En ese entendido la oposición al presentar un proyecto
contradictorio (que no es un proyecto alternativo en si mismo)tiene que
enfrentar y polarizar los derechos individuales con los sociales, colectivos y
de los pueblos y naciones indígenas originarios campesinos, donde esta claro
que siempre perderá. Tiene que polarizar
la forma de organización económica estatal,
comunitaria y cooperativa con la privada, donde también perderá y por razones
obvias busca aún aferrarse al ejercicio de la democracia representativa intentando
vanamente quitar relevancia a la democracia participativa, directa y
asambleísta, otro absurdo y error de su proyecto de la contradicción.
Los campos
propositivos del momento ya llevaron las viejas prácticas democráticas al campo
de la negación para desarrollase cuantitativa y cualitativamente hacia nuevas
formas de contradicción pero en ningún caso con las del viejo sistema.
La oposición
en este campo vana e ingenuamente busca condiciones constitucionales del pasado
a objeto de revertir la preferencias del voto a favor del MAS e inútilmente busca
plantear contradicciones dialécticas que objetivamente ya fueron superadas con
la negación de lo viejo y el nacimiento del nuevo orden constitucional. Definitivamente
la oposición se mueve en una realidad virtual.
Siguiendo la senda del fracaso
separatista
La oposición
liberal no salió de los esquemas de ir en contra del Gobierno y de oponerse a
la gestión y los cambios llevados a cabo. Se arrimó a defender veladamente la
acción de los derrotados de la “medialuna” y atacar con discursos y esquemas de
crítica dura la represión (de la Policía Nacional y el Ministerio Público) al
grupo de Rozsa y la dirigencia radical de la “medialuna”. Se ocupó únicamente
de desgastar al Gobierno, recurriendo a un discurso sobre Derechos Constitucionales
en defensa a quienes atacaron la CPE.
Ante la
derrota de la Célula Armada de Rozsa la oposición se “proclamó” (tal vez para
conquistara más adeptos), ser un David Frente a Goliat pero eso nunca ocurrió y
su consigna táctica no pasó de ser una desoladora metáfora mediática sin
fundamento ni proyección, fundamentalmente porque ningún proceso de cambio
puede ser derrotado por una circunstancia. Un solo golpe jamás podría hacer
caer un proceso que se construye y se fortalece en las mayorías de las
organizaciones sociales con mística de triunfo e ideología de revolución.
Erróneamente
por la acción de masas a favor del Gobierno y del líder, en contra intentos
separatistas, la oposición atacó y agredió la mística revolucionaria y del
proceso de cambio sobre el que se sustenta el voto electoral, sin entender que
en un proceso de cambio y de revolución al líder no se lo desgasta desde
afuera, más si se ignora que el líder se fortalece del proceso revolucionario, y
que ese es su medio y su hábitat.
Fue en ese
sentido un error insistir en desgastar el liderazgo de Evo Morales en tiempos
de movilización de masas a favor del líder o del caudillo, más aún sintiéndose
débiles y reconociendo la fortaleza de la institucionalidad estatal y la
centralidad del mando desde el Órgano Ejecutivo.
Para su
aprendizaje debieron entender que en el campo militar ningún ejército se da la
tarea estratégica de desgastar al general o comandante enemigo, sino el de
derrotarlo o anular en el campo de batalla. Ese era en parte el objetivo del
grupo de Rosza y de la embajada norteamericana, pero cuando ocurrió lo
contrario la oposición política pretendió darle continuidad a una batalla
perdida, desde un falso auto martirio construido mediáticamente y atacando
objetivos colaterales o marginales del núcleo de la fuerza electoral del “MAS”,
así aun se ataca a supuestos operadores de la acción, a ex fiscales y al mismo
sistema de justicia, buscando votos. Esto último no ocurrirá.
La forma y
los mecanismos a los que la Policía Nacional recurrió para materializar la
derrota y desmantelamiento del brazo armado e incipiente instrumento político
militar del bloque cívico prefectural, por razones inexplicables no deja aún de
embelesar a la oposición en sus fines de desgaste al gobierno al grado que
suponen estar trabajando sobre una veta de acción política en el campo
internacional; esto, se dijo más arriba, nunca fue una veta de ataque político
y aglutinador de fuerzas opositoras y para desencanto suyo no lo es ahora y es
evidente que no les llevará a nada que les represente un voto más de lo poco
que tienen.
Es curioso
pero la oposición sigue escarbando donde no encontrará votos.
Campaña electoral desde un
colchón de inconsistentes críticas a la gestión gubernamental
Para empezar,
es evidente que a lo largo de los 9 años del Gobierno de Evo Morales, la
oposición no puso el más mínimo esfuerzo para entender el proceso desarrollado
desde los movimientos sociales y los mecanismos que estos (los movimientos
sociales) generaron para ser parte estructural de la institucionalidad Estatal.
Así la
oposición declaró la “guerra” a los mecanismos políticos que posibilitaron el
acercamiento del Gobierno a los sectores organizados y, lógicamente sin
entender estas nuevas relaciones ligadas a la democracia participativa y la
construcción institucional del Estado Plurinacional se opusieron a la gestión
pública concertada entre el Gobierno central y las representaciones
corporativas del sector popular (en principio alejadas de los sectores de la
“Gran Empresa Privada”).
Es prudente
decir entonces que este desconocimiento aún pesa y lleva al discurso opositor a
buscar formas de captar el voto desde la persuasión personal en la clásica
mirada de la democracia liberal y de representación partidista.
Otro tópico
negativo de la oposición es confundir y no esforzarse por entender la
diferencia entre prebenda y atención a la demanda social.
Así,
mientras el gobierno fue fortaleciendo las relaciones con las organizaciones a
través de la gestión pública en base a la demanda de los sectores organizados,
fortaleciendo relaciones corporativas; la oposición pensó y especuló sobre la
compra o soborno de dirigentes. Esto alejó a los viejos líderes y portavoces de
las organizaciones políticas opositoras de los sectores organizados que desde
la gestión pública resultaron beneficiadas. La oposición al respecto llegó al
extremo de afirmar que un doble aguinaldo era comprar el voto de los
asalariados; ya más antes lo habían hecho con los bonos a los estudiantes, a
las mujeres embarazadas, personas de la tercera edad entre otros.
Bajo la
mirada de la oposición (más perversa que analítica) es claro que ningún
asalariado o beneficiario de algún bono que no sea militante activo de la
oposición votará por quienes consideran prebenda al doble aguinaldo y el bono.
Ya ni se
diga sobre el tema de la nacionalización de los hidrocarburos donde la
oposición electoralista no considera que hubo tal nacionalización pero insiste
en demandar recursos y con estos hacer gestión pública para el desarrollo
regional y nacional ya sea desde el gobierno nacional o gobiernos autónomos. De
hecho ellos mismos validan su desacertada actitud o balance inadecuado del
proceso de nacionalización, pero aún así siguen el camino de oponerse a la
nacionalización de los hidrocarburos.
Agarran uno y sueltan dos.
En los nueve
años de gobierno de Evo Morales algunos disidentes del “MAS” fueron cooptados
por las fuerzas opositoras, pero en proporción doble fue lo que perdieron.
Evidentemente para que esto ocurra el “MAS” tuvo que flexibilizar el discurso y
hacer un llamado a otros sectores que no fueron parte del proyecto inicial del
Proceso de Cambio.
La oposición
en ese entendido perdió a viejos militantes miristas, emenerristas, adenistas,
eneferistas entre otros, quienes podrían ser considerados “expertos” en generar
votos por lo que lógicamente sabrán hacer lo que siempre han hecho en las
elecciones sólo que ahora a favor del “MAS” es decir capitalizar votos reales
en su región; y en el campo corporativo a las filas del “MAS” se pasaron un
conjunto de asociaciones empresariales, colegios de profesionales, asociaciones
juveniles, gremiales y otros.
Igualmente
la oposición captó algunos legisladores disidente del “MAS”, pero al mismo
tiempo se fueron de sus filas potenciales líderes con carrera política y caudal
significativo de votos de por medio.
La oposición
en cuestión de cambios y cooptación de líderes medios para canalizar el voto
ciudadano es más lo que perdió de lo que ganó cuantitativamente hablando.
Buscando votos en la obscuridad
de su propio laberinto
Definitivamente,
son tantas las contradicciones en la que se ha metido la oposición, tantas sus
debilidades y errores, (ligadas indudablemente a un posicionamiento político
liberal y restaurador del viejo Estado), que no están en condiciones de
arrancar su campaña electoral de manera coherente en miras a lograr un avance
significativo en el caudal de votos a su favor.
A cuenta del
12 de octubre de 2014 (fecha de las elecciones nacionales) la débil y perversa oposición
no podrá salvar sus propias barreras y trinchera y sin duda serán vanos sus
intentos por capitalizar el voto ciudadano en la medida de sus expectativas. Su
destino es ir al fracaso y todo porque sigue insistiendo caminar en el mismo rumbo
de su pasado de fracaso; no se anima a mirar más allá de su frente.
Candidatos con interese
particulares y sin margen de crecimiento
Samuel Doria
Medina más que político es un empresario y por ello mismo su prioridad es proteger
su patrimonio familiar. Su preocupación es cuidar que no estaticen la empresa
que compró a precio de gallina muerta durante el periodo neoliberal y de
privatización de las empresas estatales.
Su mejor
trabajo político fue vocear la derrota electoral del “MAS” en Beni, al momento
de elegir el Gobernador. En el Beni no aportó a la victoria de Lenz (Gobernador
de Beni) con votos a más de aquellos que los llevó de La Paz y Santa Cruz,
incluyendo el suyo.
La alianza
de Doria Medina con Rubén Costas no es capitalizar en pleno del voto de los
seguidores de Rubén Costas ya que muchos grupos empresariales pertenecientes a
las entidades logieras de Santa Cruz prefieren apoyar la gestión conocida de
Evo Morales más que la incertidumbre que les plantea Doria Medina o finalmente
optar por el voto en blanco, que en los hechos son votos perdidos para la
oposición.
Jorge “Tuto”
Quiroga está en las elecciones buscando plataformas políticas de protección al juicio
que le sigue el Ministerio Público en los estrados judiciales por el caso
denominado como “Petrocontratos”.
Electoralmente
lo hace con votos que podría darle la Democracia Cristiana, pero el caudal de
la Democracia Cristiana es el de sus dirigentes que son desconocidos en el campo
popular mediático. Su voto será cualificado en el campo de la clase media, pero
sin gravitación significativa en los resultados electorales.
El voto útil
Con lo
puesto en consideración a lo más que podría llegar un voto útil para la
oposición que vaya a la cabeza de éstos, es de un máximo de 30 por ciento en el
caso ideal. El caso podría darse a sacrificio de bajos porcentajes para la
opción que encabeza Tuto Quiroga y cerca a nada para la opción que guía
Fernando Vargas.
Juan del
Granado es un voto fijo cuyos seguidores leales no se prestaran a votar por
Samuel Doria Medina salvo acuerdo previo pero imposible de darse entendiendo
que el MSM se juega a sobrevivir y salir vivo de esta aventura electoral.
La oposición ante la fatalidad de
pensar para el 2019.
La
elecciones de 2014 es victoria cantada a favor del binomio Evo Morales y Álvaro
García. La oposición a lo más que puede llegar para salvar el honor es llamar a
que sus viejos y leales seguidores no voten en blanco. Muchos de ellos ya se
fueron para el “MAS”.
Rescatar
todo el caudal electoral perdido en estos dos últimos años es imposible de
manera que será prudente y responsable orientar y proyectar sus estrategias electorales
al 2019 y preparar la digna “jubilación” de los actuales candidatos, si cabe el
término, y por supuesto promocionar nuevas caras y nuevos discursos que más que
criticar el proceso de cambio partan de ello y sumándose lo profundicen o
finalmente aparenten hacerlo para darle sentido real a cualquier proyecto
político alternativo al “MAS”.
Todo
proyecto político en crítica y rechazo a la actual gestión y a los cambios
producidos en los últimos 9 años está destinado a desaparecer antes de
aparecer.
Por ahora
nada puede desarrollarse significativamente, (políticamente hablando) al margen
del apoyo a la gestión actual, al apoyo a los cambios producidos y al margen de
una propuesta de relación corporativa en la gestión pública.
La oposición
debe entender, que el voto es decidido en instancias de liderazgo intermedio,
que así se derrotó a las dictaduras, al neoliberalismo; así se construye la
voluntad popular en el Estado Plurinacional en Bolivia, lo cual legitima la
Democracia.
La Paz, 10 de agosto de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por los comentarios