A diario las redes de comunicación social difunden en noticieros
centrales y Redes Sociales los precios de productos alimenticios de la canasta
familiar como el arroz, el tomate, la papa, el maíz, trigo, carne de pollo,
carne de res, carne de cerdo, cebolla, entre otros, por ejemplo; el arroz
actualmente llega al consumidor con un precio de 10 Bs/Kg; en promedio
aproximado, dependiendo de la calidad o del tipo de arroz, este precio es el
doble del que tenía hace 4 años, el azúcar de 4.5 Bs/Kg aumentó a 6.5 Bs/Kg; el
aceite por litro subió de 9.5 Bs. a 12.5 Bs. El tomate ya no baja de 5 Bs/Kg.,
pero en un momento subió hasta 15 Bs el kilogramo. La carne de res dependiendo
los cortes que se hagan fluctúan entre 40 a 60 Bs/Kg. la carne de pollo fluctúa
entre 11.5 a 16.5 Bs./Kg.
El aumento en los precios de los productos de la canasta
familiar y la extrema fluctuación genera actualmente en la población y las
familias con bajos y medianos recursos económicos altos grados de
incertidumbre, porque asumen que sus ingresos diarios, semanales, anuales o
mensuales no tienen la misma capacidad adquisitiva del día, semana, mes o año
anterior.
Esta fluctuación y subidas intempestivas en los precios de
los productos de la canasta familiar y otros, durante 10 a 12 años de la
Gestión de Evo Morales fue controlada y regulada, de manera que en esos años las
familias percibieron que con sus ingresos podían adquirir más alimentos, tener mejor
calidad de vida, ahorros bancarios y ser parte de un mayor flujo y crecimiento
económico.
En la presente gestión a diferencia de las de 2006 y 2018 se
evidencia una sentida desatención en el control y regulación de precios de
consumo interno, de exportación y de importación, abandono de la distribución
equitativa de los recursos y gran debilidad en la implementación de políticas
públicas, proyectos de desarrollo comunitarios, regulación y prohibición del
uso de transgénicos y fortalecimiento de empresas públicas, privadas,
cooperativas y comunitarias en condiciones de igualdad y el pluralismo
económico que reza la Constitución Política del Estado, además de otras
transgresiones constitucionales como las que se da con los permisos a privados
para la importación de hidrocarburos.
Igualmente es evidentes un descontrol en la política fiscal,
monetaria y cambiaria, cuya evidencia más clara está en la falta de dólares y
la recurrencia de fluctuación en el mercado paralelo, disminución de la Reservas
y deudas internacionales.
Al respecto de lo anterior, los economistas y políticos
neoliberales, en similitud a los pregoneros de ferias, vaticinan la caída de un
modelo económico de corte popular, el mismo que no cayó en 14 años, pero ahora
por circunstancias diversas, divulgan ante la sociedad y la familia consumidora
que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo sucumbe ante la
supremacía de una economía de mercado y neoliberal.
No queda dudas que la actual administración de Estado
Plurinacional de Bolivia, en sus tres niveles de gobierno parecen tomarlo en
intensión la implementación de un modelo neofascista encaminando toda Gestión restante
desregulando los precios de los artículos de la canasta familiar, desechando
todo modelo nacionalizador y por ende insinuando y exponiendo la privatización
de las empresas públicas.
Ante esto, la población debe tomar en cuenta que si el Modelo
Económico Social Comunitario Productivo se desmorona entonces el Proceso de
Cambio y la Revolución Democrática y Cultural será encaminado hacia un modelo
de economía neoliberal y de mercado. Así en el contexto de una política neo
fascista es claro entender que el aprovechamiento de los Recursos Naturales se
dará en tanto favorezcan a los grupos de poder económico privado y a una nueva
elite política de corte fascista, a su crecimiento e interés; los grados de
explotación de la mano de obras de los trabajadores asalariados se subordinaran
a la apropiación de plusvalía sin regulación estatal, la privatización de la
empresas públicas serán inminentes de manera que la distribución de excedentes
económicos por la explotación de los recursos naturales y empresas públicas
entre la población será nula. Sin duda
la desigualdad social y pobreza aumentará al grado de que la migración interna
sea vulnerada y hasta penalizada.
El panorama sociopolítico y económico está claro, y
corresponde movilizarnos por profundizar el Modelo Económico Social Comunitario
Productivo en los términos en los que se dio entre 2006 a 2018.
Los operadores del neoliberalismo y mercantilismo al interior
de la actual administración estatal, seguirán operando, ahora con respaldo del
contexto, descrito en párrafos anteriores, por lo que corresponde denunciar las
políticas públicas y omisiones de los tres niveles de gobierno, ya que desde
estos niveles se implementa una agenda contrarrevolucionaria cuyo estrategia es solidificar un campo gravitacional de
caída libre del Modelo Económico Social Comunitario Productivo y el ascenso de
un modelo neoliberal y fascista.
Santa Cruz, 29 de septiembre de 2024.