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viernes, 10 de noviembre de 2006

ALTERNATIVAS NUMÉRICAS Y ETICAS

Si todas las decisiones importantes de nuestra vida en sociedad las someteríamos a votaciones cuantificables, ha estas alturas ya tendríamos una escala para medir el grado de compromiso democrático institucional. Y si los números los separamos de todo comportamiento ético, la sociedad y las instituciones se polarizarían en bandos numéricamente definidos.
En base a esa afirmación me animo, primeramente a proponer una salida al problema numérico de la Asamblea Constituyente, y ligarlos tentativamente a un replanteo ético del asunto.
La A.C. discute el valor de la democracia desde dos números o proporciones. Es curioso ver cerrada las opciones del dos tercios y la mayoría absoluta, como si no hubiesen infinidad de números para negociar.¿Acaso no existe los siete doce avos (7/12)? que, podría ser un número de negociación intermedio entre la mitad mas uno y los dos tercios.
Si fuese la de los 7/12 una nueva propuesta, veremos a los estrategas políticos hacer operaciones numéricas para ver si el número de asambleístas del MAS llegan a los 7/12. En todo caso como hay infinidad de números entre los dos tercios y la mitad mas uno, discutamos otros. Por ejemplo entre la mayoría absoluta y los 7/12 está el 13/24 y entre el 7/12 y el 2/3 está el 15/24, todos estos números o proporciones, entre la mitad mas uno y los 2/3.
Si estamos negociando números, busquemos la solución en nuevas proporciones o números de consenso. ¿Acaso cuando se trata de números, los bolivianos no somos expertos en regatear? ¿Quién no ha regateado diez puntos en el colegio o en la universidad?. Cuando negociamos el precio de una mercancía, también regateamos, pues apliquemos lo que sabemos y regateemos los números hasta donde podamos lograr consenso, pero sin amenazar, ni chantajear.
La idea de los números es una propuesta, y que aun, a sabiendas de que será analizada bajo fuertes supuestos y valoraciones (objetivas y subjetivas) tendientes a generar escenarios hegemónicos, no deja de ser un llamado a “desclavar los maderos que tapian nuestras puertas y ventanas”.
Por lo que veo, me convenzo que ya es deber nuestro mirar al proceso asambleísta con nuestros ojos y darnos tiempo en cada momento para limpiar los vidrios empañados de conflictos; unas veces imaginarios y otras veces reales.
Nuestra cotidianidad política está llena de problemas y sus soluciones están mirándonos, sin embargo muchos no queremos levantar la mirada para jalar la mano.
Me gustaría recordar lo que el gran físico Albert Eisten mencionaba. “No hay problema irresoluble, sino problema mal planteado”. Y bajo esa lógica, si los asambleístas, acompañados de sus instituciones y el pueblo no resuelven el problema de los dos tercios o la mayoría absoluta es por que sencillamente, el problema no lo estamos planteando adecuadamente o lo estamos haciendo con intereses ocultos y argumentos que buscan truncar la libre y pacífica convivencia.

Santa Cruz, noviembre, 2006

sábado, 21 de octubre de 2006

CONSTITUCIÓN POLÍTICA ORIGINARIA O DERIVADA

En un marco de lucha política entre masistas y cívicos cruceños aparecen componentes transversales ligados a las ideologías, los dogmas, principios y otras construcciones colectivas e individuales residentes en el ámbito de la razón y la pasión que nos llevan a la necesidad de discernir entre la viabilidad de creer que esta Constituyente es la negación de la de 1825 para dar vida a una nueva cualitativamente y cuantitativamente superior y en condiciones sociales, económicas e ideológicas también superiores o es la continuidad de la de 1825 bajo la figura de reforma y modificación.
El texto de La Ley Especial de Convocatoria a la A. C. nos puede ayudar a exponer nuestros puntos de vista pero no a desenmarañar el dilema.
La Ley de convocatoria fue elaborada bajo la presión de una fuerte visión de poder que no permitió aclarar ni abrir un noble debate sobre la ley de convocatoria y menos sobre las proyecciones de la A. C.
En ese entendido es natural que la continuidad de esta lucha, pre convocatoria continuara en el escenario de la Asamblea Constituyente y muestre los componentes ocultos o invisibles en su momento de redacción.
Si hacemos una lectura detenida del artículo 3ª de la Ley del 6 de marzo de 2006 podemos nutrirnos de pautas de interpretación. Dicha ley expones:
“Se denomina Asamblea Constituyente, a la reunión de representantes constituyentes elegidos mediante voto universal, directo y secreto. Es independiente y ejerce la soberanía del pueblo. No depende ni está sometida a los poderes constituidos y tiene como única finalidad la reforma total de la Constitución Política del Estado. La Asamblea Constituyente no interferirá el trabajo de los poderes constituidos, los que seguirán ejerciendo sus funciones de manera sostenida”
Al apropiarse los Asambleístas del atributo de No dependencia ni sometimiento a los poderes constituidos; acaso la Asamblea Constituyente ¿No se enajena de la actual Constitución Políticas del Estado?
Afirmativa o negativa la respuesta, lo cierto es que este atributo, de no dependencia y de no sometimiento a ningún poder del Estado, puede definir una figura nueva en las relaciones de la sociedad boliviana (cambas- collas, Pobres – ricos, Obreros – empresarios, latifundistas – Sin tierra y Colonizadores, representados y representantes).
Por otro lado y siguiendo el tenor de la redacción del artículo 3º, donde se asigna a los asambleístas la función de reforma de forma total la constitución actual, vemos como se consolida la maraña. La maraña del asunto está en; Reformar de forma total la Constitución.
Se hubiese escrito “La reforma de la Constitución” para entender una constitución derivada de la Actual CPE o una “Nueva Constitución que suplante a la actual” para entenderla como una asamblea originaria que además vaya a negar Constituyente de 1825. Este punto fue tocado y debía haber sido debidamente consensuado en los encuentros de representantes del estado con el Comité Cívico cruceño y el parlamento. Pero se prefirió dejar pasar por alto.
Pues ahora nos movemos en zona arenosa, donde ya existe un ente representativo de la sociedad sin sometimiento a ningún poder constituido y dos visiones enfrentadas y con problemas para entablar acuerdos políticos y negociaciones. Sin embargo sabemos que lo harán, pero que dejarán de nuevo estelas de inseguridades, vacíos y pasos inconsistentes en un virtual marco jurídico al grado de llegar a un eventual desgaste de la Asamblea Constituyente y por ende de los asambleístas que hasta el más novato en política estará de acuerdo en que su disolución es la vía más razonable.
Ahora ¿Es importante ensañarnos unos contra otros para seguir creado condiciones para imponernos ante el contrincante político? o ¿Es necesario entender los verdaderos interese de los liderazgos para hacer de estos verdaderos instrumentos de encuentro y desarrollo democrático?
Creo que los cambios y la mejor comprensión de este proceso deben darse en el marco del debate y de encuentro en espacios reales de diálogo, velando por los intereses de las mayorías y de los que viven con la esperanza de un nuevo acuerdo o contrato social acorde a nuestra realidad y a nuestra diversidad.

miércoles, 18 de octubre de 2006

CONSIDERACIONES PARA INTERVENIR EN LA ACTUAL DINÁMICA POLÍTICA

Por Carlos Lara Ugarte
El futuro puede ser el resultado de cómo interpretemos los acontecimientos y del grado de responsabilidad con la que los líderes de la fuerzas políticas interactúen, en la problemática nacional.
En ese sentido el devenir político estará en proporción directa a la calidad de participación de la sociedad civil. Así, con respecto a las determinaciones gubernamentales y el control al proceso constituyente: a más participación mejor devenir, a menos participación, empantanamiento de conflictos y fuertes posibilidades de enfrentamiento.
Una alta participación cualitativa se tiene que dar en el contexto legal establecido en el título preliminar de la Constitución Política del Estado (El pueblo delibera y gobierna a través de sus representantes, referéndum y Asamblea Constituyente), pero también puede ensayar nuevos espacios, formas y mecanismos innovadores y que puestos en práctica sean considerados válidos y constructores de espacios de diálogo y encuentro.
En el actual momento de incertidumbre nos parece bueno identificar dos miradas en el accionar político nacional y sobre las cuales en algún momento tendrá que caer la responsabilidad de lo que la sociedad viene gestando.
Si partimos de la opinión generada por los medios de comunicación entenderemos de manera particular el rol y las expectativas que la sociedad civil está creando en torno a las visiones del MAS y del Comité Cívico Pro interese de Santa Cruz.
Por razones de interpretación, si nos ubicamos en un momento antes de la promulgación de la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente nos encontramos con dos miradas distintas sobre los objetivos y fundamentos de la Asamblea Constituyente.
El Comité Pro Intereses de Santa Cruz a lo largo de los últimos años fue forjando un liderazgo político en oposición al MAS. Así cuado la representación mayoritaria en el parlamento encuentra a una oposición que corre a refugiarse en el potencial político de los cívicos cruceños, no nos queda más ojos que ver lo evidente: Es el debate entre la concepción del MAS y el Comité Cívico Cruceño la referencia de la problemática nacional.
Por ello y sin temor a equivocarnos podemos decir que para medir la correlación de fuerzas a nivel político en el país se la debe hacer en función al accionar del Comité Cívico y las instancias organizadas del MAS.
Con el fin de evidenciar lo anterior, simplemente nos debemos limitar a ver los titulares de la prensa nacional y escuchar los debates emitidos por los distintos medios de comunicación.
Es pues evidente que al ser; el MAS y el Comité Cívico los referentes más organizados de la lucha política de los bolivianos, ellos son quienes deben resolver el problema. Y en esta lucha de posiciones por distintas razones ambos miran caminos distintos de interacción y se atribuyen valoraciones demasiada subjetivas. Así a los del Comité Cívico se les atribuye la representación exclusiva de la oligarquía cruceña, cuando a los ojos de todos está claro que esto no es cierto. A los del MAS se les etiqueta de dictadores, comunistas y ateos, cuando también es claro que eso es falso.
Y si fuese cierto y respaldado todo lo anterior, lo de oligarcas y comunistas, ¿Es acaso un argumento, el ser oligarca o comunista, para ser descalificado del derecho de todo boliviano a la libertad de expresión, opinión y tener una opción económica y filosófica de vida? ¿Es acaso un argumento para descalificarlo y desconocer su representatividad? Sin duda que no.
El desafío actual en la Asamblea Constituyente es precisamente buscar o inventar las reglas que nos permitan neutralizar el efecto negativo de estas diferencias y buscar el desarrollo social, económico y espiritual de todos con ayuda de todos.
Creo que todos los bolivianos debemos cualificar nuestras relaciones de convivencia y entender que podemos construir una unidad en la diversidad. Y no sólo por que seamos bolivianos, sino por que esencialmente somos humanos.

viernes, 18 de agosto de 2006

II PARTE UNA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE NACION - ESTADO

Nos preguntamos si Quechuas, aymaras, chiquitanos, ayoreos, guaranies, guarayos y otras culturas en territorio bolivianos en algún momento acordaron constituirse en Estado o si fueron consultados o fueron en algún momento parte de ello. Nos preguntamos también si son nacionalidades o simples grupos humanos con una lengua común, costumbres y establecidos en un territorio boliviano.
Hoy, de manera colectiva, mas por condicionamiento social que por convicción quieren se parte de un Estado en igualdad de condiciones y frente a fuerza políticas que se oponen a esta ilusión al querer imponerles poderes y relaciones de poder que ellos jamás las ejercieron y que apenas hasta ahora las conocen por referencia bibliográfica o de manera mediática.
La realidad boliviana nos esta mostrando y esta viviendo un momento de cambio, donde el viejo Estado debe morir y dar paso a un nuevo Estado si se quiere que el conjunto de vacíos constitutivos tengan un desenlace positivo.
En este marco de exposición teórica para entender más la problemática del nuevo Estado Boliviano podemos mencionar las características que debe construirse desde la Asamblea Constituyente
§ Recuperar la soberanía en su territorio definido por los límites internacionales,
§ Definir un poder centralizado que controle los viejos poderes e instaure el poder de un Estado Nacional con autonomías
§ Diseñar la Infraestructura administrativa, financiera, militar y diplomáticas, y
§ Consolidar una unidad económica con un sistema aduanal que controle la salida y entrada de bienes.
Si queremos una nueva Constitución Política del Estado creo que debemos separarnos de los tópicos del Actual y diseñar uno con mucha imaginación, creatividad y compromiso con los pueblos o naciones que habitamos en territorio boliviano.
Relación entre la Constitución de Nación y la Constitución Política del Estado.
La Constitución Política del Estado debe subordinarse a la Constitución de Nación o de los pueblos.
Si podemos hablar de una nación aimara, de una nación quechua, de una nación camba, de una nación tupiguaraní y de otras, debemos pensar que existirán más de una constitución de nacionalidades, que rijan en cada una de las determinaciones territoriales. Estas constituciones sociales o de nación, que en cantidad superior a la unidad, serán las que en calidad de supremas determinaran las relaciones y estructuras del poder enunciadas en la nueva Constitución Política del Estado.
El pueblo quechua puede darse a oportunidad de constituirse socialmente en nación, de la misma manera que el pueblo aymara, el pueblo chiquitano, el pueblo guarayo; y si cada uno asociado quiere por afinidades constituirse en naciones más grandes pues deben hacerlo. Una Nación Colla (Aimara Quechua) no es idea descabellada como no lo es la nación camba o amazónica en unidad de chiquitanos, guarayos y Ayoreos..
Parece que ahora es el momento de aclarar y escoger nuestras opciones de constituirnos en nación y luego entonces estructurar la Constitución de un Estado - Nación que llegaría a definirse en la Asamblea Constituyente.
A la mirada del escrito una vía es reestructurar nuestro andar y darnos un tiempo para que los distintos sectores sociales y pueblos originarios construyan en relación directa con sus representantes asambleístas primeramente sus constituciones sociales o de nación, al tiempo de dar pautas reales para superar los disensos que se generan a nombre de la libertad en contra de la dictadura, las autonomías departamentales en contra de las territoriales y originarias y de la inclusión cuestionada como invasión.
El caminar de la Asamblea Constituyente desde una nueva visión hará madurar las frutas y empezará a dejar crecer nuevos árboles y arbustos, hay que regarla y abonarla. Pisotearla dejará todo como antes de la Convocatoria y será la continuación de la violencia que se inicio en febrero y octubre negro.
En necesario pedir al MAS y al Comité Cívico cruceño, madurez, sin ignorar ni ocultar lo que hasta ahora representan en la construcción de las nacionalidades originarias y las reivindicaciones de organización de autonomías departamentales, provinciales y originarias.

jueves, 10 de agosto de 2006

I PARTE ENCONTRAR VISIONES NUEVAS PARA SUPERAR LA CRISIS

Nuestra Constitución Política se basa en tres Valores Superiores en su ordenamiento jurídico Libertad, Igualdad y Justicia que en otras palabras son principios inherentes a los humanos en convivencia social.
Luego entendemos que incorpora particularidades de la sociedad boliviana con el deseo de sustentar siempre los principios de equidad, Justicia y Libertad. (pluricultural, y multiétnica) reconociendo y sosteniendo la religión católica apostólica y romana.
Por último nos atribuimos la visión (que en el fondo es solo una visión de organización política) de República Unitaria libre, democráticas y soberana en un marco formal de democracia participativa.
Como nuestra intensión es llegar con puntos de vista sobre el proceso constituyente nos parece importante resaltar ciertas contradicciones que interfieren y dan razones para pensar de una manera determinada En este campo de contradicciones por ejemplo nos encontramos con una Asamblea Constituyente que se expresa como soberana e independiente y representativa del soberano constituyente, no está sometida a los poderes constituidos contradiciendo la actual Constitución Política del Estado que establece que la soberanía en su ejercicio está delegado (solamente) a los poderes constituidos (Legislativos, Judicial y Ejecutivo).
Cómo entender una constituyente subordinada a un poder constituido y como entender una carta magna que crea un ente no subordinada a ella.
Contradicciones como las mostradas en el anterior párrafo, tal ves de menos significancia las encontramos a lo largo de la lectura e interpretación de la CPE más si exploramos en la relación en calidad de supremacía hacia las leyes, códigos y decretos.
Por ello es lícito demandar mucho esfuerzo, compromiso y voluntades para ampliar los valores supremos y hacer de ellos leyes supremas de convivencia interpretando los signos naturales que la cotidianidad nos muestra; ya no sigamos poniendo parches que profundicen la incoherencia y las contradicciones jurídicas de la CPE. En este marco de percepción as factible plantear como punto de acercamiento a nuestro mundo valórico la redacción de una Constitución Social de Nación.
Pues No toda constitución tienen que ser Política y del Estado. Nos parece que es lícito pensar en la existencia de una constitución social de nación y otra Constitución de Estado.
Nos apoyamos en creer que una sociedad puede y debe constituirse al margen de cualquier relación de poder político, es decir que se puede establecer mecanismos de coordinación de orientación y de testimonio vivencial para experimentar un conjunto de normas, derechos y deberes que en la aplicación práctica profundicen y potencien la convivencia de sus miembros en pleno gozo de la libertad igualdad y justicia junto al goce de la relación medio ambiente y el hombre.
Las sociedades, sin importar por ahora la causa o el origen de su conformación, no están obligadas a establecer poderes en sus estructuras. Por ello en cierta manera es factible pensar en la redacción de una Constitución Social o de Nación que nos sirva de guía y apacigüe las pugnas entre los contrarios y racionalice el ejercicio y la vigencia del poder.
Empezaríamos acordando razones sociales y humanas de existencia y de convivencia en los marcos de los valores supremos de libertad, justicia e igualdad, para desembocar en testimonios de conductas y actitudes de nobleza espiritual y material, que enriquezcan el desarrollo de nuestro arte, mitos, creencias herramientas de trabajo, visiones de existencia y trascendencia.
En una segunda parte exponemos nuestro punto de vista de la diferencia entre una Constitución social de nación y una constitución Política del Estado. Pero entendiendo que La Constitución Política del Estado debe subordinarse a la Constitución de Nación o de los pueblos.

domingo, 16 de abril de 2006

DOCTRINA OFICIAL O PRAGMATISMO

A tres meses de la posesión del nuevo gobierno boliviano, la visión de país que se quiere construir o re-fundar; está confusa.
La conformación del gabinete, trajo una serie de hipótesis. Por un lado se pensó que se trataba de un gabinete de transición y por otro lado se manejó la idea de la “apropiación de las instituciones por parte de los movimientos sociales”. Ambas maneras de enfocar el análisis mostraban -como variables de indagación- la interpelación formal a políticas y regímenes de corte neoliberal.
También se pensó entender el problema de las designaciones ministeriales desde indicadores que midan la fuerza de las regiones o la fuerza de los sectores y movimientos sociales.
Y en la realidad las designaciones se dieron sin un perfil definido.
Así el interés por interpretar las visiones del gobierno, se encuentran en proceso de investigación, con una vasta publicación de comentaristas y analistas de resultados parciales.
No existe hasta ahora, una doctrina y principios oficiales (Económica, religiosa, política, social, etc.) por lo que aun se tendrá que aportar elementos de análisis desde observaciones sistemáticas a comportamientos y actitudes pragmáticas en los campos anteriormente mencionados. Pero por declaraciones y escritos de la avanzada ideológica del MAS, nos animamos a pensar que, en la relación Estado e Instrumento político IPSP (Instrumento Políticos para la Soberanía de los Pueblos), se establecen actitudes y comportamientos predeterminados y preconcebidos en el ámbito de un liderazgo participativo incluyente de manera que:
- Las personas que ocupen cargos públicos puedan ser elegidas por las organizaciones sociales. (No a dedo)
- El IPSP crezca y dirija las reivindicaciones obreras, campesinas, indígenas, sindicales y regionales en coordinación a las organizaciones sociales y sus instituciones.
- Se trabaje en el potenciamiento de las organizaciones sociales y productivas forjando nuevas relaciones de encuentro fraterno, solidario e igualitario.
- Se instituyan instancias organizadas de los pueblos y las regiones para denunciar y combatir los actos de corrupción, nepotismo y abuso.
- Toda actitud asumida por las dirigencias y las bases sean consensuadas y no impuestas.
- Los mandos partidistas sean elegidos y estén compuestos por las personas que muestren espíritu de servicio y profundas convicciones de equidad, justicia y libertad.
Si bien lo anterior se intuye que existe, es tiempo que el Estado se defina y camine guiado por una doctrina y principios de desarrollo económico, social y político definido.
Se necesita pues el concurso de todas las afinidades ideológicas en el marco de valores y principios universales de equidad, justicia, fraternidad, encuentro, etc., para diseñar una doctrina propia y acorde a nuestra realidad y nuestras necesidades de crecimiento espiritual, material y de conocimiento.
San José de Chiquitos, 16 de abril de 2006.
Carlos Alejandro Lara Ugarte.