DIALECTICA EN LA INTERPRETACIÓN DEL
ESTADO PLURINACIONAL
Por: Carlos Alejandro Lara Ugarte
Lo nuevo
niega lo viejo. Aplicando el principio de doble negación (Negación de la
negación) al estudio y comprensión del proceso constituyente en Bolivia se puede
caer en la tentación de afirmar que: “El nuevo
Estado Plurinacional ya negó la vieja República Boliviana”. Este asunto planteado en la pura lógica del
derecho positivo (abrogación de una norma por otra norma) y un ámbito de
reformas constitucionales es claramente digerible e irrebatible, sin embargo negar
un Estado a partir de otro Estado va más allá de la reforma o abrogación de una
norma constitucional.
Tiene
sentido, pero no por ello es cierto, afirmar que la nueva Constitución Política
del Estado Plurinacional negó la vieja Constitución Política de la República de
Bolivia, pero en si misma no negó al viejo
Estado Republicano.
Negar un
viejo Estado a partir de la puesta en
vigencia de una nueva constitución no es
sólo asunto de derecho positivo sino fundamentalmente de hechos sociopolíticos
e históricos de las comunidades, pueblos, naciones y sectores o movimientos
sociales que transforman la realidad desde practicas propias y antagónicas a lo
que se quiere vencer o destruir. Negar
el viejo Estado Republicano para su mejor comprensión sólo es posible ejercitando
la lucha de contrarios e impulsando saltos cualitativos manifestados en su
andar, a partir de su origen, su proyección organizada hacia su futuro y la
abolición o anulación de su contrario.
Por ello es
un absurdo teórico y una intencionalidad restauradora concebir a la nueva
Constitución Política del Estado Plurinacional como una de las veinte reformas
parciales a la vieja Constitución de 1826. La CPE de 2004 es resultado de una
reforma a la constitución normada en la misma vieja constitución, pero concebir
a la nueva CPE como continuidad inmediata de la constitución de 2004 es además de
una postura reaccionaria, conservadora y restauradora, un perdido anhelo de los
viejos grupos de poder, de sus ideólogos y sus historiadores.
Así, en el
afán de encontrar luces restauradoras o revolucionaria en el tema constituyente
en Bolivia muchos historiadores y seguidores coinciden en afirmar que la nueva
constitución política en comparación relativizada a la CPE de 2004, amplía y
profundiza la democracia y los derechos individuales, incorpora derechos
colectivos, es más inclusiva y organiza de una mejor manera el Estado y
sustancialmente revoluciona la
institucionalidad estatal. Esto es cierto ya que además no desconocen, tanto
ideólogos como historiadores, que en la nueva CPE se incorporaron imaginarios
revolucionarios anti-imperialistas y anticolonialistas, lo que también es
cierto, sin embargo cometen el error de no afirmar plenamente el carácter
originario de la CPE del Estado Plurinacional aferrándose en cierta manera a
considerarla como producto de una profunda reforma constitucional forzada por
la presión y movilización social y demandas indígenas. Si se considera y
explora al carácter originario de la CPE entonces se podrá negar plenamente
todo supuesto sobre su carácter de constitución derivada y en esa medida construir
bases sólidas para diferenciar el camino a la consolidación de una estructura
social comunitaria del fortalecimiento o modernización del Estado Liberal. Al
respecto es necesario opinar el carácter restaurador de todo análisis que se limite
a los marco de reformas constitucionales.
Interpretación dialéctica
La doble
negación que lleva a una nueva afirmación responde a la lógica dialéctica de la
lucha de contrarios, de contradicciones antagónicas y no a procesos lineales de
evolución o transformación. No se debe entender la negación del Estado
republicano en la exclusividad de ajustes debido a las demandas y presiones de
movimientos sociales y pueblos originarios, mas aún aislándolos de la
existencia de estructuras económicas, políticas y sociales antagónicas a la
organización del modelo liberal, menos desde políticas de modernización o
fortalecimiento enfocado en el constitucionalismo republicano o la
competitividad mercantil y capitalista neoliberal.
Al afirmar
al nuevo Estado Plurinacional, desde la doble negación, se entiende que este no
es prolongación reformada del anterior, llanamente concebido desde ajustes, cambios
modernización o fortalecimiento en el ámbito de la economía, política y visión social
necesaria. Así al no ser continuidad lineal es entonces resultado de una
victoria de un modelo sobre el otro, de una estructura estatal sobre la otra, de
la idea de una civilización antagónica a otra; por ello hay razones y
argumentos dialécticos para interpretarla y analizarla como la síntesis de un proceso
de enfrentamiento caracterizada desde la contradicción fundamental, es decir de
una lucha de dos contrarios dialecticos; una tesis y una antítesis.
Reformar o abolir el Estado Liberal.
La
organización de un Estado Liberal atendiendo las demandas y reivindicaciones
expresadas en las luchas y gestiones de sectores sociales de trabajadores,
campesinos y del campo popular se reforma o se adecúa para sobrevivir, sin
embargo el Estado Liberal se niega o se destruye a partir de una sociedad
organizada en el campo sociopolítico y económico y en cierta manera militar. Lo
militar no debe entenderse sólo en la acepción occidental, romana, napoleónica
o nazi, sino como una instancia de organización complementaria a la autogestión
y gobierno reconocido o delegado.
En este
entendido pensar en la negación del Estado Liberal desde el Estado
Plurinacional comunitario es aceptar ineludiblemente la existencia de una
estructura sociopolítica, económica y militar, que sin ser o estar organizada
como Estado en si misma existe de manera paralela a la organización y fuerza económica, política y militar del
Estado Liberal, y que estas dos fuerzas sociales; la liberal y la comunitaria, han
estado interactuando de manera permanente y mientras uno ganaba espacio el otro
lo perdía, mientras uno se recomponía el otro no.
Definitivamente
debemos concluir que el colonialismo español y la república colonial y liberal son
formas de organización ajenas a la organización social comunitaria y que pese a
su aparato político, militar e ideológico no lograron terminar o extinguir al
Estado Inca y sus formas de organización; menos el espectro cultural de la
sociedad tiawanacota y en general la de los pueblos y naciones de tierras bajas
y tierras altas de nuestra Abya Yala (América).
Es así que
para entender la nueva Constitución Política del Estado y el Estado
Plurinacional se tiene que asumir el compromiso real y no hipotético del enfrentamiento
antagónico (en el pasado, presente y futuro mediato) de dos formas de
organización social, económica y política, decíamos la una liberal y la otra
comunitaria. Es un error entonces esforzarse por entender el Estado
Plurinacional Comunitario desde la transformación del Estado liberal; hacerlo defendiendo
y arrimándose al error va en contra la necesidad de encaminar la victoria
política, militar, económica, religiosa e institucional de la organización
comunal frente a la liberal. Es imperante consolidar las bases y mecanismos
teóricos y prácticos para abolir definitivamente al Estado Republicano, siempre
desde la instrumentalización dialéctica de la lucha de contrarios y la negación
de la negación.
Aclaración necesaria
La lucha de
clases como motor de la historia desde el materialismo histórico marxista supone
dos clases antagónicas y dos Estados, el uno burgués capitalista y el otro proletario socialista. El paso del Estado Socialista
a la sociedad comunista es la transformación del Estado Socialista a una
organización social comunista, es la visión revolucionaria de un momento
histórico de triunfo y victoria del
proletariado sobre la burguesía, que finalmente transforma su propia creación,
es decir su estado proletario en sociedad organizada sin Estado; cualificando y
valorizando la organización de la sociedad en comunidad.
El Estado
Plurinacional debe ser el Estado de las comunidades y de los pueblos que desde
la derrota al individualismo, al capitalismo, colonialismo, imperialismo, la
abolición de clases sociales y
diferencias antagónicas se migre a las forma de organización esencialmente
comunitaria, no estatales necesariamente.
La Paz, 16 de agosto de 2013
Muy interesante texto pero me surge una duda? Si Marx señala el momento de contradiccion , de enfrentamiento entre elementos opuestos, y su capacidad para promover el cambio.La prueba de que este momento de síntesis no recoge los términos de idea que es contradictoria es que en la sociedad comunista las clases sociales desaparecen ¿pero se mantiene en su seno algunas de las clases antagónicas?.
ResponderEliminarEn la sociedad comunista se supone la extinción de las contradicciones antagónicas de clase. El Estado Socialista permite o viabiliza el proyecto social o comunitario hacia el vivir bien y en armonía con la naturaleza. Sociedad y comunidad se funden, es decir la soiedad plural y diversa adquiere la vitalidad de la comunidad y hace comunidad.
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