Si
hubiese uno o más… ¿Cómo husmear el camino recorrido por el No? (Referéndum del
21 de febrero de 2016) Y sobre todo cómo tener la certeza de que la carrera del
NO terminó? O si es lo contrario, ¿Cómo saber hacia dónde va?
Para
husmear las preocupaciones mencionadas, parece lógico explorar el momento en
que se mediatiza el proyecto para habilitar el 2019 la candidatura de Evo
Morales y Álvaro García. Sin embargo esto reduce el NO a un acto formal o legal,
en razón la ruta legal que sigue.
La
idea de presentar al binomio como candidatos en las elecciones de 2019, se
acomoda a los mecanismos constitucionales para modificarla pero interesa partir del principio
del proyecto al ser presentado como demanda de los movimientos sociales, la
misma que finalmente fue canalizado por la bancada del MAS en la Asamblea
Legislativa.
Las
primeras críticas de la oposición más reaccionaria y de liberales conservadores
al proyecto fueron confusas y de una mera oposición sin argumentos más allá de
los que se estaban dando a lo largo delos 10 años de gestión del Gobierno. Se atacó el proyecto con las viejas y desgastadas consignas de lucha contra la
dictadura, contra la libertad de expresión, libertad de prensa entre otras.
Las
corrientes de izquierda más radicales, también aportaron (a la oposición) con
consignas en los diez años de gestión, como aquello de su lucha contra el
caudillismo, contra el continuismo, a favor de la alternabilidad o rotación de
cargos, infiltración del proceso de cambio, extractivismo, populismo, etc.
El
NO era, en la medida de lo anterior, nada
más que cientos de consignas sin un cuerpo ni centro de gravitación
real; solo un anti-evismo, intrascendente.
Siempre,
el Gobierno supo y pudo, ante arremetidas reaccionarias, imponer voluntad de
masas en el marco de estrategias del ejercicio de poder a favor de las mayorías
y desde la Administración Pública en el
Estado Plurinacional.
En
el Referéndum, se jugó la continuidad segura de un proyecto de país, visto
desde el Proceso de Cambio y la Revolución Democrática y Cultural, esto en
razón a las confianzas generadas desde la Gestión Pública, basada en obras y
potenciamiento económico del Estado.
El
NO, durante 10 años de gestión de Evo Morales, agarró el capital generado por
el bombardeo mediático y de las redes sociales que exacerbó el racismo, la
discriminación, el resentimiento, el odio al “indio” y el “librepensamiento”
liberal –pequeño burgués, como mecanismo de lucha anti - Evo.
El
NO, entonces antes del Referéndum ya tenía su capital, en similitud numérica al
capital o Voto Duro del SI.
¿Salto cualitativo del NO?
El
NO debe entenderse como una construcción del proyecto político de clase en
contra del proceso de cambio, de las transformaciones socioeconómica y en
contra de la emergencia de indígenas, pobreros y campesinos.
Nunca
fue sólo una consigna o una opción de consulta, el NO del referéndum fue un NO
construido, cuidado, alimentado e impulsado por las fuerzas reaccionarias para
derrocar a Evo Morales y revertir el Proceso de Cambio. El NO estuvo
desarrollándose al día siguiente del ascenso de Evo y Álvaro, estuvo en la
Asamblea Constituyente, en las movilizaciones racistas y discriminadoras
contra pueblos indígenas y
originarios. El NO ya estuvo en los
chantajes del Imperio Gringo cuando quitó el ATPDA a Bolivia.
El
NO también fue nutriéndose desde la izquierda opositora a Evo, desde
neoliberales y liberales pequeñoburgueses, fue creciendo en medio de críticas,
demandas, insultos; pero lejos de proyectos alternativos.
El
NO con el Referéndum parece ocasionar un salto cualitativo para asestar un duro
Golpe al Proceso de Cambio y a la Revolución Democrática y Cultural y,
diseminar la unidad del pueblo ante la derecha.
El
NO ahora no es la consigna u oposición sin horizonte; es la posta obligada de
la Unidad de la Derecha y las fuerzas reaccionarias.
A
esto se prestaron los libre-pensantes, los CUECAs, los intelectuales de
izquierda e independiente que pregonaron y propagandizaron el NO. Estos son los nuevos filemones que apoyaron y
son los viejos Marxistas-Leninistas que apoyaron al MNR el 1985 y los que
derrocaron a la UDP. La historia se repite ahora bajo otros tópicos. (Tiene
sentido excluir de nuestras generalizaciones a la izquierda que se movilizó por el voto en
blanco o nulo).
Los
movimientos sociales, trabajadores y pueblos indígenas y originarios; la
historia en sí misma, tendrá que cobrarles a los izquierdistas y pseudoizquierdistas por actitud traidora y
miopía política (entre otras por no valorar objetivamente un proceso que tanto costó
llegar e impulsar), del cual el único que se beneficia es la derecha
reaccionaria al servicio del Imperio Gringo, pero también deberán estar alerta
ante las fuerzas restauradoras del viejo sistema en su nueva arremetida por
hacer caer el Proceso de Cambio y La Revolución Democrática y Cultural.
Con
lo anterior queda claro que:
1.-
El SI tuvo que enfrentarse al NO cuando este último estaba en proceso de
crecimiento y acumulación de capital humano (Elecciones en los niveles
autonómicos y Referéndums por los estatutos.
2.-
El NO tuvo la adhesión de críticos y radicales pregoneros del anti – evismo-
tanto en sectores de la izquierda como
de ámbitos liberales.
3.-
La Guerra Sucia, jugó y cohesionó a reaccionarios, libre-pensantes y opositores
de pensamiento liberal (de izquierda y derecha): todo en contra el Proceso de
Cambio, el MAS, Evo Morales y la Gestión del Gobierno).
Finalmente: La nuevas visión
al interior del MAS y la izquierda aliada del Gobierno ya exterioriza el replanteo
y radicalización necesaria del Proceso de Cambio y la Revolución Democrática y
Cultural, tanto desde componentes internos de la estructura del MAS como desde
las medidas económica y política concernientes a la Gestión Pública.
La Paz, 29 de
febrero de 2016.
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