En el discurso o manifestó político de Jeanine Áñez, la presidente interina conminó al Tribunal Supremo Electoral que deje de cambiar fechas, “Al Tribunal Electoral le pido …. Sean serios y dejen de jugar con la fecha de las elecciones. Mover las fechas de las elecciones a libre antojo causa incertidumbre y además causa movilizaciones e inestabilidad política en el país”.
Esto en sí misma es la postura pública manifiesta de la determinación del
equipo de Añez que establece su posición en el actual conflicto, es decir evidencia
una postura cerrada y contraria a todo sano criterio de negociación y respeto por la vida. Para el
equipo ejecutivo la fecha de las elecciones ya no puede ser el 6 de septiembre,
es decir que una vez tomada la decisión de postergarla no se puede volver
atrás.
Pero tampoco el ejecutivo de Añez dará un paso atrás ya que para potenciar
la postura lo hace con un ultimátum a la
COB y a los sectores movilizados. El ejecutivo conminó a que levanten los
bloqueos o que si no lo hace serán las Fuerza Armadas y la Policía los que lo
hagan.
En estos puntos, constatan que lo que se está haciendo desde el ejecutivo
es preparar a la Policía y Fuerzas Armadas para enfrentamientos desmedidos con
sectores movilizados, y buscar aprobación en los sectores cívicos
departamentales o regionales que tradicionalmente son apoyo político de
sectores que históricamente excluyeron y discriminaros a pueblos indígenas,
sectores obreros y campesinos, y lógicamente opositores radicales al Movimiento
Al Socialismos.
El argumento de dejar pasar ambulancias y oxígeno para intervenir y
descalificar los bloqueos es de por lo más inconsistente, primero porque en los
bloqueos se conoce que la COB instruyó dejar pasar ambulancias y camiones
con oxígenos y su cumplimiento ya se muestra
en varios puntos de bloqueo, y segundo porque si este fuese el objetivo supremo del ejecutivo, tendría que
haber propuesto al Tribunal Supremo Electoral la atención a la demanda de los
movilizados y la negociación ininterrumpida hasta lograr un acuerdo, sin
embargo la postura del ejecutivo es la misma que asume el Tribunal Supremo
Electoral después de la postergación, es decir postergar las elecciones para el
18 de octubre sin dar la certeza de que este sea la última de postergación. Por
ahora lo del pico más alto de contagio en las fechas de elección nacional ya no
son objeto de manejo mediático por parte del ejecutivo y este centra su mirada
en la represión de los sectores movilizados.
Conclusiones:
1.
Tanto
la pandemia por el COVID 19, como la
represión desmedida ha generado muertes, pero si lo de Senkata, Sacaba y
Ovejuyo no significaron para Jeanine Áñez y los ministros de defensa y
gobierno enseñanzas sobre los que es
reprimir a movilizados desde dos mandos subordinados a un equipo
interinstitucional con orientación represiva y ajustados a un solo plano de
violencia de odio y resentimiento, entonces lo único que se puede esperar es la
tristeza realidad que solo traen las tragedia.
2.
El Órgano
Ejecutivo lo menos que muestra es racionalidad y respeto por las instituciones
del Estado Plurinacional; el afán permanente de desconocer a la Asamblea
Legislativa, y enfrentar a ella con la población además de presionar al
Tribunal Supremo Electoral y a instancias de Defensa de la Sociedad crea alta
incertidumbre y vulneración de Derechos Humanos.
3.
Las
Elecciones nacionales están lejos de ser medianamente favorables a las
corrientes oficialistas lo que en definitiva los está llevando a extrema
posturas tendientes a la negación de derechos constitucionales, inviabilizar la
democratización del país y el uso de la violencia desde la acción policiaca – cívica
y militar.
4.
El
ejecutivo actual teme afrontar una situación postelectoral en razón a que las
instituciones en un marco de legitimidad y legalidad actuará contra la gestión
ilegal y corrupta de algunos ministerios y todos los excesos de poder ejercidos
tanto por las policía, las Fuerzas Armadas y los ministerios.
5.
Las
demandas de los movilizados ya no son solo la fecha de las elecciones, sino que
ya se sumaron la renuncia de la Presidenta Jeanine Añez lo que hace que el conflicto sea más
complejo negociarlo, pero no imposible. Si el tema es priorizar la vida, esta
solo es posible atendiendo y negociando las demandas de los sectores movilizados y de ninguna
manera con el uso de violencia desmedidas por parte de la Policía y la Fuerzas
Armadas.
Santa Cruz, 07 de agosto de 2020
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