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viernes, 14 de marzo de 2025

EL ROPERO: UN ESPACIO DE RESISTENCIA Y LBERTAD


NOVELA MINIMALISTA


EL ROPERO

UN ESPACIO DE RESISTENCIA Y LBERTAD


Por Carlos Augusto Alejandro Lara Ugarte

PREÁMBULO

La novela contiene una historia profunda y emocionante que abarca periodos de la infancia, adolescencia y adultez del narrador. En cierta manera puede entenderse como un testimonio centralizado en temas de política, represión, libertad y espiritualidad.

A través del Ropero, como recurso metafórico se entrelaza la narrativa personal de una vivencia activa con la historia política de Bolivia. 

La descripción del ropero como un espacio de refugio y conexión con lo divino intenta que el lector asuma criterio ante la adversidad y los valores de fe y esperanza.

EL ROPERO

El Ropero, llegó desde Chile el año 1948, la especificación de su construcción refería a una madera de nogal y enchape francés de estilo clásico con influencias góticas y de una sola puerta que se abre de izquierda hacia la derecha. Las molduras, acorde al enchape, están sujetas por tarugos y enmarcan tanto los laterales como la parte frontal.

En los extremos superiores tiene puntas torneadas en forma de conos con esferas intermedias, que a la vista la hacen más imponente y de mayor tamaño. Al frente y en la parte superior, al medio, la cara de un ángel tallado a mano y de una altura de 0.40 metros aproximadamente.

Al interior atraviesa una barra para colgar ropa y una división en la parte superior, adecuada para poner ropa doblada.

Otra sección del ropero, está en la parte inferior conformada por un cajón y sus correspondientes canales y topes para jalar y empujar.

Toda la estructura está sostenida por cuatro robustas y cortas patas una en cada extremo inferior y también torneadas con óvalos estructurados en la forma de cono invertido.

El Ropero, desde sus partes estructurales están adheridos y sujetos por tarugos ajustados a presión.

La lectura de sus dimensiones anota una altura de 2.50 metros aproximadamente, 1.20 de ancho y un fondo de 0.60 metros.

Con estas dimensiones convencionales el Ropero ocupa un espacio y tiene una ubicación relativizada en el espacio interior y dimensionado de mi cuarto, pero el espacio en su interior es infinito, cabe una totalidad y parcialidad infinita, está ocupado por el universo, y por ellos, ellos que son con quienes convivo.  

PRIMERA VEZ EN EL ROPERO

La primera vez que entré al ropero fue a los 6 años. Mi abuela me ibtrodujo o a tiempo de decirme – No te asustes-

Y así fue. no me asusté.  

Al rato escuché la voz de mi otra abuela, la de mi abuela por parte de madre, ella enojada reclamaba e increpaba

-       Entrégame a mi nieto –

-       No lo haré – fue la respuesta

Más molesta, entró al cuarto, nadie la detuvo, revisó la cama, revisó bajo la cama, detrás las puertas y los cuartos contiguos, al no encontrarme se vino directamente a abrir el ropero, removió la ropa colgada y la que estaba doblada.

Mis sentidos se ajustaron a los movimientos de mi abuela y no me asusté, tampoco me preocupé, y es que a ninguna de las dos abuelas las temía, ambas eran fuente de amor y cariño para mí.

Mi abuela seguía removiendo los colgadores de ropa y yo seguía sintiendo y siguiendo sus movimientos, revisó la parte superior y hasta abrió el cajón de abajo, yo solo la sentía. No hable ni dije nada y al rato cerró la puerta del ropero con fuerza y volvió a increpar a mi abuela

-Dime dónde está mi nieto-

- No te lo diré, él se quedará a vivir con su padre-

Y así fue.

MI VIAJE POR EL UNIVERSO

Despues, del fallecimiento de la abuela, mi padre se quedó con el ropero, y en el cuarto. El ropero físicamente dejó de contener las largas y delgadas polleras y mantas de mí abuela, convirtiéndose todo esto en solo lindo recuerdos. 

A los once años entré nuevamente al ropero a invitación de ellos. ya adentro uno de ellos me tomo la mano y me ayudó a cruzar el fondo del ropero,

Entonces en el trasfondo se nos vino al frene la esfera terráquea

--¿Te gusta? me preguntaron,

Refiriéndome a lo que se veía del planeta; les dije que sí.

La tierra, se alejó de nosotros y dimos unas vueltas alrededor de la Luna, de Marte de Mercurio y del Sol.

El Sol nos lanzaba globos de fuego, y nosotros esquivábamos y seguimos acercándonos y esquivando, entonces me desesperé, y al sentir esto ellos optaron por alejarnos del sol y volver a la tierra, retornamos al interior del ropero, me encontraba bastante fatigado, ellos me ayudaron a salir del ropero y me acomodaron en la cama, y acompañaron mi sueño.

Al despertar vi a mi padre y mi tío de profesión médico, esposo de mi tía de profesión bioquímica.

-Ya bajó la temperatura- Le dijo mi tío a mi padre

- Gracias a Dios - Contestó mi padre-

  Mis primos jugaban en el patio de la casa.

MI REGALO DECOMISADO

A lo largo de mi niñez y adolescencia unas cuantas veces ellos me invitaron a entrar al ropero a cantar. Siempre lo hice, les gustaba escucharme cantar y me ofrecieron regalarme una guitarra. Y así fue. 

Un día en un cuarto oscuro me dejaron una vieja guitarra de clavijas de madera. Tuve que colar las partes sueltas, barnizarla y comprarle cuerdas. Una vez habilitada ensayé unas notas, aprendí a acompañarme algunas canciones y cantar.

En las noches lo hacía para despejar cualquier miedo y algunas tardes la tocábamos junto a mi primo, quien despues integró la orquesta Philips Brass

Una noche llegaron mis primos, mis hermanos y amigos a mi cuarto, apenas unos meses antes había fallecido mi papá, las visitas llegaron con cervezas y algunos otros tragos, con ellos trajeron una guitarra y nos pusimos a cantar y beber,

La guitarra que trajeron era visiblemente de mejor acabado que la mía, y asemejaba a las guitarras que usan los artistas, por los opté guardar mi reconstruida guitarra en el ropero.

Desde entonces nunca más pude tocar mi guitarra, ellos me la decomisaron despues de dejármela por más de 10 años.

ALEJAMIENTO Y REENCUENTRO

El 1980 el General Luis García Mesa, dio un Golpe de Estado instaurando un régimen de persecución y ejecución de activistas y militantes de organizaciones populares de izquierda.

Durante un poco más de tres meses de resistencia activa política y de resistencia al régimen fui identificado junto a otros compañeros de la Universidad Mayor de San Simón, y me gané un lugar en la extensa la lista de perseguidos y buscados por la represión fascista. 

Para evitar posibles consecuencias en caso de ser detenido y torturado, gestioné algunos recursos económicos con dos de mis tíos y mi mamá, y escapé a la ciudad de México.   

En mi cuarto quedó el ropero.

A los tres años despues de volver de México mis primos me los trajeron el ropero a la casa donde yo había establecido temporalmente mi vivienda, en la zona de Condebamba.

Con el retorno del ropero y la de ellos a nuestra vivienda familiar volví a cantar junto a ellos, acompañado de una guitarra comprada en el mercado Calatayud. Pero también cantaba en las calles, en las fábricas, en las movilizaciones populares y las huelgas de hambre, en la universidad y muchos acontecimientos de música protesta.

Ellos, los del ropero siempre me acompañaban. Fueron de muchas maneras los guardianes, vigías y centinelas en mis actividades político militares y en el cuidado de mi entorno familiar.

En medio de los cantos olvidaron el agravio de la noche en la que me dejaron sin la vieja guitarra del cuarto oscuro.

EVADIENDO LA REPRESIÓN

Corría el año 1992, el gobierno de Jaime Paz Zamora realizó una dura persecución y ejecución a activistas y militantes de organizaciones político militares que operaban en Perú y Bolivia, por lo que tuve que hacer vida familiar y política en la clandestinidad.

El régimen puso recompensa por mi cabeza, con carteles en las terminales de buses y algunas oficinas públicas,

Fuí salvando la situación con apoyo de compañeros sindicalistas, me moví de casa en casa con apoyo externo, apoyo de mi esposa y algunos compañeros. Un poco más de un mes me refugie en dos casas.

Era fines de febrero, la represión dejo de rondar por la casa alquilada y mi esposa se dio medios para trasladar el ropero a la vivienda de una compañera dirigente de la Central Obrera Departamental.

Por mi parte. con algunas medidas de seguridad pude llegar a la casa de la compañera y logré meterme en el Ropero.

Sin salir del ropero pude caminar por las calles de Cochabamba sin dificultad ni miedo, me transporte hacia otros departamento y zona fronteriza, pude buscar trabajo y moverme con identidades diversas, en un poco más de 5 años aprendí a mostrarme con la identidad que quisiese incluyendo la de origen.  

EL PROPÓSITO DE MIS ACTOS

A los cinco años despues del 92, afuera del ropero la represión dejó de buscarme. Yo seguía en el ropero

Durante mi estadía en el ropero, gobernaron en Bolivia Hugo Banzer, Tuto Quiroga, Sánchez de Lozada, Carlos Mesa y a partir del 2006 al 2019 gobernó Evo Morales Ayma.

En cierta manera ver a un indígena sindicalista gobernando Bolivia y transformando la institucionalidad estatal le dio sentido y valor a todo mi activismo político, a mis noches de desvelo, a mis días altamente agitados de acciones revolucionaria en la lucha por mis sueños de una sociedad sin explotadores ni explotados, y la divulgación de una sociedad organizada y plena autodeterminación de los pueblos.

El propósito de nuestros actos es siempre revelados posterior a ellos.

Bajo este criterio sobre el propósito asumí mi existencia aun cuando la parte inmaterial de mi ser se inmortaliza en el ropero y mi parte material envejece en lo mundano

Con la dualidad de mi ser inmaterial y materia en el ropero y fuera de él respectivamente no hay represión que pueda objetar o impedir que vuele, que pise la luna con la misma facilidad que piso la tierra, que grite y exponga criterios y vivencias de libertad, que dé mil vueltas al sol sin que me arda la cara, que pinte en las paredes o cante a la revolución y al amor. Y siga creyendo, amando y siendo amado en familia


San José de Chiquitos, 14 de febrero de 2025


2 comentarios:

  1. Un ropero que tiene su propia historia, apreciado por generaciones y que fue remodelado, recuperando su belleza de antaño y su valiosa utilidad. El ropero, testigo de tantas vicisitudes entre cantos, ideales, amor, desamor, pasión y luchas por un mundo más justo, sin dictaduras.

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