Buscar lo que necesito

jueves, 6 de marzo de 2025

REFLEXIONES DE VIEJO


 

Por Carlos Augusto A. Lara Ugarte

Los caminos de las personas adultas son variados, al parecer están fundidas a las etapas de nuestra niñez, adolescencia o juventud y es en razón a estas etapas, ya superadas, que los adultos tenemos el desafío de afrontar una nueva etapa, no sé si con más ventajas o desventajas que las etapas anteriores, sin embargo es prudente considerar que para enfrentar nuevos desafíos de manera óptima requerimos de buena salud, fuerza física y energía, inteligencia natural y recurrir también a la artificial, buena alimentación, sabiduría, condiciones materiales, entornos favorables, esperanzas a corto y mediano plazo, pasiones, sueños y sobre todo necesitamos cosas que en las otras etapas no las tuvimos, ya sea por falta de oportunidades, por ser nuevas o por desconocimiento de su existencia.

Sin dar muchas vueltas al asunto, ess claro que lo anterior aplica a cualquier etapa de nuestra vida, solo qué, frente a las personas adultas mayores, la familia, la sociedad, el Estado y las instituciones no se exigen por dárnosla, y creen salvar culpa promoviendo respeto, trato preferencial y protección. y sin embargo los adultos fantaseamos con nuestros derechos constitucionales y asumimos que nos lo dan a veces y los ignoran otras veces, o dicho de otra forma; dejamos pasar las desatenciones, 4n fin. 

Con el preámbulo anterior: 

1.    Sepan que tengo aún muchas ilusiones y proyectos pendientes, pero que necesito ayuda y apoyo para concretarlos, sobre todo si es necesario levantar objetos que están por encima de mi potencia o aprovechar recursos tecnológicos que en mis etapas anteriores no las aborde o no las conocí.

2. No me vean como un narrador de cuentos y leyendas, protagonista de acontecimientos políticos-militares o transmisor de recuerdos familiares, sino como una persona que aún estoy transformando mi realidad, que la interpreto en razón a mis principios y valores, asumiendo que esas transformaciones en curso son en realidad mis desafíos inconclusos.

3.    No he concluido nada de mi vida, y es que voy desarrollándome en espiral y cada ciclo cumplido es uno nuevo, pero superior al otro, quiero decir que mi niñez o mi juventud o mi adultez no son los ciclos cumplidos de mi vida, sino las etapas del proceso en el que tuve, logré y tengo propósitos propios.

4.   No quiero ser una musa de sentimientos lastimeros conformistas o pesimistas, sino una factoría de aprendizajes y enseñanzas, de aprovechamiento y gasto, de aciertos y errores, de agitación y descanso, de lucha y cambio, de victorias y pausas.

5.  Si quieren díganme viejo, para diferenciarme de un niño, joven o adolescente, pero jamás para excluirme o marginarme de la cotidianidad que he construido en los años que tengo de vida.

6.     No me separen de mis sueños y mis utopías, de los míos, ni supongan que pueden apartarme del camino que he trazado con viejos compañeros de lucha o mi compañera de vida.

Finalmente, las actitudes que espero de mi entorno son las mismas actitudes que propicie hacía mí, a lo largo de mi vida, en mi Juventud, niñez y adolescencia, entonces; no encuentro razón alguna para suponerme a esta edad un otro o un diferente. Soy el mismo de siempre y así será en el amplio espectro del pensamiento cartesiano, “Pienso, luego existo”  

 Santa Cruz, 6 de marzo de 2025

2 comentarios:

  1. Nuestras vicisitudes construyen nuestras historias; en ella se conjugan ideales, aspiraciones e ilusiones, incluso nuestras frustraciones de lo no logrado, sin embargo los proyectos alcanzados, la experiencia de vida, el cariño de la familia, amistades le da sentido a nuestra vidas, no importa la edad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, creo que con los años todos los pasajes de la vida se van fundiendo y conforman un todo, se deja el querer ser, y se es uno mismo.

      Eliminar

Gracias por los comentarios