Por
Carlos Augusto A. Lara Ugarte
Desde la agenda electoral
2025 y el cronograma establecido para cada una sus etapas, los cuatro Órganos de
Poder del Estado Plurinacional han instrumentalizado retóricas y escenarios dramáticos
para consolidar la exclusión de Evo Morales, y de las representaciones indígena
Originaria Campesina a la Asamblea Legislativa Plurinacional y a la Presidencia.
Este deseo perversamente anhelado
por las corrientes fascistas y neocolonialistas, está solventando la
conflictividad social y socavando la regulación democrática, y en consecuencia ahondando
las relaciones en el sentido del antagonismo, poniendo a los Órganos de Poder
serviles al capital financiero y agroindustrial en contra-ruta a las
aspiraciones de los sectores populares y las conquistas socioeconómica logradas
durante las gestiones de Evo Morales.
En este antagonismo ya
explícito, los candidatos adulados por tribunos auto prorrogados y vocales electorales,
despues de casi 20 años, brindan su apoyo material y persuasivo a todo el
aparato de poder central plurinacional, bajo la plataforma de garantizar la efectiva
represión policiaca y militar hacia las comunidades indígenas originarios
campesinos, inviabilizar la candidatura del líder indígena Evo Morales y
desmontar la demanda popular; demanda que se traduce en llevar a las elecciones
de agosto representación indígena y popular.
Ante los acontecimientos,
la dinámica electoral se muestra como un paso o una etapa más de toda una estrategia
para recomponer las representaciones y predominio de mayorías relativas en los
órganos de poder, del viejo esquema de privilegio clasista ostentado en el
pasado inmediato por los partidos y candidatos de orientación neoliberal,
racistas y pro-imperialista, esto se traduce en posicionar electoralmente a
Doria Medina, Jorge Quiroga, Manfred Reyes y los otros de menor impacto
neofascista, en los primeros lugares de la preferencia electoral. Pero el entendido
de posicionar en los primeros lugares a las mencionadas corrientes solo puede
ocurrir excluyendo el voto rural y popular, voto que inminentemente se percibe a
favor de Evo Morales, y es a partir de esta percepción que las fuerzas reaccionarias,
apoyado por las instituciones marionetas implantan procesos judiciales y propician
los atentados en contra la vida del líder indígena.
Pero, además de los
atentados contra Evo Morales, se subsumen en la estrategia de exclusión y de
aniquilamiento un componente de alta utilidad mediática y con careta de
acuerdos interinstitucionales, este componente instrumentalizado por el capital
y lineamiento racista y neocolonial, es factible solo a condición de convertir en
marionetas a vocales del TSE y orquestar el respaldo del Tribunal Constitucional.
Entonces el aniquilamiento
y exclusión, tiene como un punto de ruta crítica el acuerdo logrado en la
Cuarta Cumbre Multipartidaria e Interinstitucional por la Democracia, convocada
por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que no hace más que sellar una santa alianza
al mejor estilo inquisidor para proscribir la razón indígena en cuanto a derechos
colectivos proclamados en la CPE y el Derecho político a participar como
elector o elegido en procesos plebiscitarios.
En adelante, y desde el
acuerdo en mención se rubrica un mecanismo de presión mediática, y protegida ante
posibles disidencias institucionales; colateralmente se abre las puertas para
una represión masiva y selectiva, contra los sectores movilizados con participación
directa policiaca-militar y la institucionalización del terror en manos de
cuerpos para-militares en contra dirigentes y representación indígena.
San José de Chiquitos, 13
de junio de 2025
Los políticos de antaño en conjunción de fuerzas antidemocráticas y en flagrante vulneracion de derechos políticos y humanos se disputan una posibilidad de tener el poder, ya sabemos los fines. Este artículo nos lleva a una reflexión sobre una realidad.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
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