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lunes, 16 de marzo de 2009

SOBRE EL ESTADO FEDERAL Y BINACIONAL

El 8 de marzo de 2009 en “El deber” salió como solicitada una plana titulada POR LA UNIDAD DE BOLIVIA… HACIA UN ESTADO FEDERAL BINACIONAL.
En un principio sentí ganas de opinar inmediatamente, pero me pareció bueno esperar unos días para ver el impacto en los medios de comunicación y la población. Lo que logramos percibir dominantemente (en esta espera) una aceptación acrítica y solo en tanto se opone al actual gobierno (por parte de algunas corrientes de opinión), pero no como propuesta debidamente fundamentada aun para las corrientes de oposición, ya que por ser poco reflexiva y no debidamente explicada, presentan fuertes debilidades conceptuales e interpretativas de la historia y sus protagonistas.
La solicitada se estructura en cuatro partes (Nuestros orígenes, La volátil situación actual, El Estado federal binacional boliviano y conclusiones) y bajo esa misma estructura y en el mismo orden de exposición ponemos a su disposiciones, algunas coincidencias pero fundamentalmente nuestros puntos de vista que no los compartimos ni los compartiremos nunca desde la manera y el fondo histórico, político e ideológico de su concepción.
Nuestros orígenes.-Así empieza la solicitada y dice que en el territorio de la actual República de Bolivia desde tiempos inmemoriales existen dos áreas geográficas, étnicas y culturales claramente diferenciadas ¿Dos nada mas? y aunque mas abajo parecen decir que son tres las áreas geográficas: la andina occidental, los llanos del chaco y la Amazonía en el oriente, lo que llevaría a pensar en el diseño de un Estado trinacional, pero no lo hacen y prefieren insistir en un Estado Binacional uniendo “mágicamente” los llanos del chaco con las Amazonía oriental en una sola, y para salir honrosamente de este laberinto hablan de dos macroregiones que en los hechos no son otra cosa que estructurar dos bloques departamentales colindantes (aunque no lo digan). Podemos claramente darnos cuenta que de lo que se trata no tiene más seriedad ni novedad que aquella que propone generar un ámbito territorial donde los grupos de poder cruceño tengan fuerte injerencia política de manera que les permita mantener un statu quo y minimizar las tendencias de cambio a nuevas configuraciones del régimen agrario nacional.
Ahora bien, la propuesta hace una referencia histórica resaltando la época colonial y la revolución del 52, pero si se quiere hacer referencia histórica y territorial aludiendo a nuestros orígenes me parece mas coherente asumir la realidad geográfica y cultural que en el prólogo describe la nueva Constitución Política del Estado “En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra Amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano, y nuestros llanos y valles […]. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas la cosas y nuestra diversidad como seres y culturas”
En caso de que estas fronteras (Amazonía, Chaco, Altiplano, Llanos y valles) estuviesen poblados por naciones únicas, sería entendible y coherente proponer una estructura y organización territorial del Estado Boliviano Pentanacional. Sin embargo todos sabemos que al interior de estas cinco fronteras geográficas existen culturas y naciones diversas y que territorialmente no responde a una lógica de límites departamentales, por ello lo de plurinacional y por ello mismo la incoherencia de la propuesta binacional.
El prólogo de la NCPE refleja el pronunciamiento de una visión de país distinta al de la propuesta del Estado binacional. En el prólogo se dice que “Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario que integra y articula los propósitos de avanzar hacia una Bolivia democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo integral y con la libre determinación de los pueblos” la propuesta de Estado binacional dice que en ambas zonas (¿Acaso hablan de dos zonas donde actualmente habitan dos naciones? “… se desarrollaron complejos procesos civilizadores teniendo como base a culturas milenarias que evolucionaron hasta fusionarse en el siglo XVI con los elementos propios de la cultura hispánica” Para los redactores de la propuesta no existe el proceso colonial de exterminio y esclavismo, pero si el de la evolución de lo hispano y lo milenario hasta que se encontraron en el siglo XVI (Año de la conquista española) y se conocieron (me imagino que esto es lo que piensan ellos) amigablemente, fraternalmente sin ninguna resistencia militar, política, cultural ni económica, para finalmente (guiada por la civilización)“desarrollarse complejos proceso civilizadores” que conformaron las dos macroregiones (resultado de la fusión) con “la marca común de lo hispanoamericano”
No se a nombre de que, pero emprender un camino que busque olvidar el pasado y cerrar los ojos al presente para negar la realidad es totalmente insostenible. Ninguna propuesta tendría que ignorar la resistencia militar, cultural y económica de los quechuas y aymaras en los valles y el altiplano; de guaranís en el chaco; del exterminio de culturas milenarias en la región de chiquitos y el trabajo forzado de culturas en la Amazonía. Ningún pueblo puede olvidar su pasado y en definitiva ¡No se pida esto a ninguna cultura originaria!, quizá a quienes están lejos de este pasado (hijos de extranjeros y extranjeros a partir del siglo XX), pero que ni aún a ellos sería racional y civilizado hacerlo.
Para ir terminando esta parte que se refiere a “Nuestros orígenes” nótese que la historia bíblica de la Torre de Babel es trasladada a la interpretación de los autores cuando afirman que “… el posterior desarrollo de estas áreas geoculturales produjo resultados distintos en sus idiomas, costumbres, modos de vida, conocimientos, grados de desarrollo y formas de producción”
Los firmante de la solicitada parecen descubrir un momento histórico (periodo colonial) en el que los originarios se atreven a desafiar el Poder de Dios y recibir (por esta osadía) el castigo, quitándoles el uso común de la palabra y la lengua junto a sus costumbres. Curiosamente ahora para libarse de ese castigo los portadores de la cultura hispanoamericana tienen la tarea de volver a homogeneizar la lengua, modos de vida, conocimientos, grados de desarrollo y formas de producción.
Se trataría seguramente de un nuevo emprendimiento desde el Estado Federal Binacional ya que se reconoce el fracaso de otras tentativas de homogeneizar al país en la época liberal a principios del siglo XX. Y reconocen que emergen nuevamente procesos de reivindicación identataria, tanto en el occidente (suponemos que se refieren a todo lo que no es el oriente) como en el oriente (suponemos que se refieren a la Amazonía oriental) con una visión de Estado Nacional, … “expresada en los difusos proyectos etnonacionalistas de los movimientos indigenistas por una parte, como por la lucha para obtener la descentralización política administrativa de los departamentos que optaron por las autonomías, por la otra”
Son (a su mirada) dos visiones de Estado, y no una homogeneizante. Pero aun así niegan toda diversidad y pluralismo. En realidad lo que se trata es de oponerse a las autonomías indígena originaria campesina a la que inadecuadamente llaman reivindicaciones etnonacionalistas. Indudablemente tratan de delimitar nuevas áreas de dominio para ¿qué emerja? una mononacionalidad amazónica oriental hispanoamericana que no existe como tal. ¿Se trata acaso de un nuevo grupo marginal que reivindica el novedoso nacionalismo hispano?
Yo particularmente no me reconocería con la explicación sobre “nuestros orígenes” expuestos en la propuesta de Estado Binacional y menos sobre sus proyecciones; considero que se trata simplemente de una construcción política pero sin sustento real y sin bases científicas.
El otro punto aborda el periodo contemporáneo desde el subtítulo de “La volátil situación actual”. Para los proponentes del Estado binacional nos encontramos (seguramente sustentada es su torre de babel) en “un país dividido entre étnias, culturas y religiones…” agravadas ahora por “… el campo y la ciudad…” Estas son conclusiones clasificatorias a las que cualquier “taxonomista” dedicada al área de desarrollo cultural y civilizatorio tendría que llegar sin necesariamente ver la revolución del 52 ni el referéndum del 25 de enero del 2005. Esta categoría clasificatorias existe, pero no como particularidad boliviana, son en cierta manera univesalidades que pueden explicarse circunscribiéndose (si se quiere) a conformaciones estatales donde un referéndum o una revolución no le es altamente significativo (a corto plazo) para extinguir toda división cultural étnica, religiosa o entre el campo y la ciudad, (porque no es objetivo de una revolución o de un referéndum) o ¿Es este el objetivo que persigue la propuesta de Estado Binacional Federal?.
Es importante reconocer que toda nueva formas de participación democrática y cambios estructurales crean nuevas condiciones sociopolíticas de convivencia plural (pero no las extingue – salvo el caso de etnocidios) en el marco de la diversidad cultural, religiosa y de hábitat.
Y la solicitada también hace referencia a dos mitades (posiblemente hablan de dos medias lunas), “… la del occidente andino conservador, autoritario e inmerso en sus formas de vida y costumbres ancestrales y un oriente que promueve la iniciativa y la responsabilidad individual, forjando valores democráticos en una sociedad abierta con principios y valores de la civilización occidental, propios del siglo en que vivimos”
No se por qué (aunque la explicación a ese no se por qué, viene implícito en todo el paquete) en la propuesta contraponen la vida y las costumbre ancestrales, a la iniciativa, a la responsabilidad individual y a valores democráticos. Ahora es lícito que contrapongan las costumbres ancestrales a los de la civilización occidental (si entendemos esta última como la civilización hispana), pero suponer que en el oriente boliviano “la civilización” oriental responde únicamente a la civilización hispana y no existen culturas ancestrales que piensan y tienen una visión de vida mas cercana a los del occidente boliviano además de que en muchos casos individuales y comunales viven y existen con un fuerte arraigo a la cultura occidental, es totalmente inaudito. Y será peor si se cree que en el occidente boliviano todo es quechua o todo es aymara. Estos argumentos que explican la existencia de dos civilizaciones distintas en dos regiones colindantes son inconsistentes y por ello mismo no aportan en nada a la propuesta de un Estado binacional
Para acercarse a una generalidad de la “volátil situación actual” se explica mas claramente en el prólogo de la NCPE que dice “El pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, inspirado en la luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales, y sindicales por la tierra y el territorio, y con la memoria de nuestros mártires, construimos un nuevo Estado” (segundo párrafo del preámbulo de la NCPE)
La solicitada también recurre a afirmar que el supuesto empate ¿De qué y entre quienes? ¿Las dos naciones? se pueden superar desde el Estado binacional en contraposición al Estado plurinacional a lo que consideran que “… su origen espurio y especialmente su carácter discriminatorio, híbrido y contradictorio nos conducirá a una mayor centralización y acumulación de poder. Esto supone, dada la conflictividad y crítica situación presente, el incremento del uso de la violencia y abre la posibilidad de un genocidio” ¿Esto es que la nación del occidente arremete contra la nación oriental? Es decir que ¿la cultura ancestral intenta dominar militar y culturalmente a la civilización hispano-oriental? Si el Estado Binacional es un diseño por prevenir esta situación, es mejor que los autores de la solicitada empiecen a crear personajes colectivos y desenlaces épicos en revistas de historietas y no en solicitadas con contenido político, cultural e histórico.
Por último de lo expuesto de que si se quiere “… preservar la unidad del país, como el proyecto histórico de nación que heredamos de nuestros antepasados…” superando las “fracturas culturales, socioeconómicas y políticas. Se deduce que (en ellos) existe de por medio la idea de una sola nación (lo hispanoamericano), aunque políticamente se quiera hacer ver a dos (ignorando la multinacionalidad). Solo en ese sentido se puede hablar de fractura y no de diversidad y de pluralismo.
Acá de nuevo se pone en evidencia (desde una propuesta con un conjunto de argumentos mal construidos) la intención de grupos de poder (desplazados de la cosa pública) por conservar un espacio geográfico con nuevos límites territoriales y con la tarea concreta de seguir deteniendo el proceso de cambio y transformación vía NCPE.
El Estado Federal binacional boliviano.- en la tercera parte la solicitada caracteriza al Estado binacional desde competencias administrativas y en el inciso b) habla de “Distribución territorial, entre los órganos del Gobierno Federal (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) y los órganos similares de los dos Gobiernos Federativos…” luego hace referencia a la división de competencias. ¿Gobierno es lo mismo que Estado? Para la propuesta no se, pero para nosotros, en todo caso sería recomendable que incluyan un órgano electoral entre los órganos del Estado. Lo duro de la propuesta es que quieren dividir competencias y distribuir territorios ya no en función a dos grupos de órganos de gobierno, sino en tres uno que sería los órganos del Gobierno Federal, uno para el Gobierno Federal Oriental y otro para el Gobierno Federal Andino Occidental, cuando lo lógico parte de una delegación de competencias (no división) y de una descentralización profunda autonómica ya que inevitablemente es parte de una república unitaria y a partir de este pasado se plantea la República Federal Binacional ¿O no? ¡Claro que sí! ya que en la propuesta misma se reconocen como parte del “proyecto histórico que heredamos de nuestros antepasados”. Esperamos (al menos por orgullo suramericano) no se refieran a “nuestros” antepasados españoles preferencialmente.
Conclusión.- En la solicitada se concluye que el Estado Federal es un pacto jurídico y político, y única solución para superar las contradicciones internas. Puede ser solución, pero no es la única; Estado Plurinacional es otra opción. De hecho este modelo de Estado (Plurinacional) ha avanzado mucho mas en su discusión y aplicación, ya existe un 62 % de ciudadanos que aceptaron en un referéndum y a medida que avance el proceso se irá enriqueciendo. Tiene una maduración mas sistemática, histórica, jurídica y política; mucho mas que la propuesta de Estado Federal Binacional. Tiene un mejor y más amplio manejo del tema democrático, eleccionario y de control ciudadano.
Operativamente la propuesta del Estado Federal Binacional no tiene arraigo mayoritario, y simplemente se entenderá como un esfuerzo teórico que responde a intereses de pequeños grupos políticos – económicos y que lamentablemente no estuvo cuando debía haber estado. Nos referimos en la Asamblea Constituyente, en ese marco se puede creer que ésta solicitada viene a ser parte de la estrategia mediática electoral que viene impulsando el MNR proponiendo una nueva Asamblea Constituyente.
Nos parece que se debe seguir discutiendo más sobre el tema, sobre todo en la caracterización de lo federativo y lo autonómico, pero sin obviar ni intentar enterrar lo que está en curso. Aun es necesario avanzar en el desarrollo social, económico, político y cultural en el marco del Estado unitario social de derecho Plurinacional y con autonomías. Se puede ir aportando más aspectos y líneas federativas, pero lo de binacionalidad es sacada de los pelos para estructurar un Estado desde la actual realidad nacional y la composición socio-cultural boliviana.

Santa Cruz, 16 de marzo de 2009

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