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miércoles, 9 de diciembre de 2015

¿QUÉ EL REFERÉNDUM DE FEBRERO NO ES COMPARABLE CON VENEZUELA?

¿QUÉ EL REFERÉNDUM DE FEBRERO NO ES COMPARABLE CON VENEZUELA?

Asambleístas del Estado Plurinacional de Bolivia, (del MAS) coincidieron en que no se puede comparar la realidad de Bolivia con la de Venezuela. Esto tiene sentido académico si y solo si, si se analiza la coyuntura unilateralmente y de manera aislada: es decir sin ver al frente el referéndum del 21 de febrero y obviando la acción política organizada de una estructura de derecha Latinoamérica guiada y solventada por la línea dura del Imperio Norteamericano.
Sin duda que el contexto de un referéndum (Bolivia) es diferente con la elección de Presidente (Argentina) o la renovación de asambleístas (Venezuela), pero para encarar el referéndum del 21 de febrero esta diferencia tendría que ser secundaria, considerarla en cierta manera una debilidad y no la fortaleza de la campaña por el SI. ¿Por qué? Por la simple razón que el ataque de la oposición, considera las mismas diferencias pero, basan su accionar en la continuidad de dos derrotas de las fuerzas progresistas y aliados de EVO.

Objetivamente la estrategia del imperio radica en dividir el bloque de gobiernos progresistas (Ecuador, Brasil, Argentina, Venezuela y Bolivia), y con la declaraciones del Presidente del Senado estamos dejando a un lado a nuestros aliados con el supuesto de que somos dos realidades distintas, eso es falso y hasta perverso, más aún si entendemos que la realidad que nos une es la lucha antiimperialista, anticapitalista y la necesidad de cambios estructurales; nos une los objetivos trazados por la revolución bolivariana, por la liberación del pueblo oprimido, la descolonización entre otros objetivos estratégicos.
Entonces respaldar el referéndum con una situación de mejoría relativizado a pueblos hermanos es un error que la derecha lo está utilizando de manera apropiada y lamentablemente con el apoyo de estrategas de línea blanda en el gobierno.
La derecha ha consolidado una estrategia mediática sólida con operadores empresarios e ideólogos incrustados (o miopes) en el gobierno cuyo objeto es y fue bajar las tensiones entre el pueblo y los grupos de poder, es decir bajar las tensiones y los enfrentamientos entre las masas obreras y campesinas movilizadas contra los terratenientes y empresarios radicales, viejos grupos de poder y afines al capitalismo pro imperialista.
En otras palabras permitió desmovilizar a los activistas y sectores revolucionarios y en algunos casos ponerlos en contra del Proceso de cambio y la revolución Democrática y Cultural. Desde antes la oposición trabaja sobre esos logros, que sin duda son suyos, en sus proyecciones y sus fines, y no del Gobierno.
Corresponde siempre mantener coherencia entre la estrategia económica, la política y la social. De nuevo lo curioso es que mientras en lo económico el Gobierno uso instrumentos coercitivos para manejar el desarrollo económico y controló la angurria empresarial financiera; en el campo político no lo hizo y por el contrario dejó que la derecha se reorganice y se mimetice en el gobierno.
Claramente sin control alguno se descuidó el tema político para generar una representación política amorfa y sin controles ni cualificaciones políticas (Libre-pensantes, resentidos, disidentes entre otros). Esto se vio ocurrir en Venezuela, Argentina y ocurre en Bolivia, Brasil y Ecuador, y paradójicamente se quiere cerrar los ojos a esta realidad para afirmar que la realidad es diferente.
La realidad política está nublando los avances sociales y los logros económicos del actual gobierno, de otra manera no se entiende la razón por la que los ciudadanos que irán a votar en el referéndum no asimilen que los bonos son medidas sociales revolucionarias y de compromiso del Estado con el pueblo, que medidas económicas como la baja y el control de precios en los servicios son medidas que debían acercar al pueblo con su gobierno y no alejarlas; que proyectos de modernización y de mejora del Transporte Público unen al gobierno con su pueblo, que los esfuerzo de Evo Morales por mostrar al mundo nuevas maneras de encarar el bienestar de la humanidad desde una postura pacifista y de respeto a la Madre Tierra es revolucionario e incluyente entre otras de tantas políticas públicas implementadas que son fundamentalmente incluyentes y liberadoras, pero,… de nuevo lo político y el temor está nublando los logros y avances del gobierno.
Las fuerzas reaccionarias nos han puesto al frente “basura Política” para no dejar ver el horizonte revolucionario que hemos construido y con el que soñamos; y nos han “encajado” operadores políticos que siempre miraron con el ojo burgués, capitalista, colonialista y opresor.
Evo no le teme al imperio, en cambio la oposición se arrodilla ante ella y para lamento nuestro la visión política de nuestros representantes ignora que el Imperio está con un ataque duro al Proceso de Cambio y la Revolución Democrática y Cultural.
Es aconsejable, entonces, no ocultar la realidad política para ver con claridad los logros del Gobierno y la necesidad de su continuidad, caso contrario dejaremos que la reacción siga avanzando a paso firme por América Latina.
Los pueblos americanos debemos estar unidos en una estrategia política común contra las fuerzas reaccionarias, en ello debemos centrarnos. La derrota con el voto en Venezuela y Argentina nos plantea el desafió duro de revertirlo en febrero.
Cabe criticar fraternalmente a aquellos que piensan que lo de Venezuela “fue un voto contra el desabastecimiento más que un voto por la oposición”, cómo si la oposición no hubiese posicionado este discurso en los últimos años y como si la oposición no fuese en actor material del desabastecimiento y finalmente caer en la ingenuidad de que el crecimiento por encima del cinco por ciento, por si sola derrota a la oposición.
Acción Política Ideológica dura es lo que necesitamos si queremos defender y avanzar con lo que nos ha costado sangre y años de lucha revolucionaria.  

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