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lunes, 10 de agosto de 2020

JUEGO ELECTORAL EN EL CAMINO AL PODER

 Cuando no hay mucho que decir en tanto ya lo dice la Constitución Política del Estado corresponde a la población y la ciudadanía esperar el adecuado cumplimiento de mandatos constitucionales por parte de los Órganos de Poder del Estado y las instituciones y, a estos últimos no jugar a cálculos políticos en el manejo inconstitucional de la cosa pública.

Igualmente cuando la población ejerce cálculos políticos y los hace en el marco de la Constitución Política del Estado, corresponde a las instituciones generar certidumbre y dar las garantías necesarias en derecho y ejercicio de ciudadanía, sean para quienes están en calidad de electores,  de elegidos o finalmente de ciudadano o comunidad de derecho político establecido en la CPE.  

Visto el comportamiento político desde la lupa de la Constitución Política del Estado los procesos electorales a nivel nacional y niveles autonómicos es lo más terminado que tenemos, es lo que se pudo normar en los últimos años, sobre todo en la determinación de tiempos, responsabilidades, asignación de recursos, transparencia, publicación de empiezos, finales, resultados y otros indicadores y variables que se puede citar como ejemplo para entender que otros procesos de mediano alcance también lo necesitarían.  

Si de algo nos pudimos apreciarnos los  bolivianos con la nueva constitución política del Estado y la lucha del pueblos boliviano es de haber sentado bases para el fortalecimiento de la vida democrática plural e intercultural, dando sustento real a la convivencia política desde la democracia directa y participativa, la democracia representativa, la democracia comunitaria y junto a esto instancias institucionales para  resolver conflictos desde la concertación a través de mecanismos creados para tal fin, entre los que citamos el referendo, la iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la consulta previa, junto a mecanismos deliberativos como el cabildo y la asambleas.

Sin embargo y en contra ruta con lo anterior hoy nos vemos ante una realidad de enfrentamiento e incertidumbre política electoral en razón a que los Órganos de Poder del Estado Plurinacional desconocen el avance jurídico en el ejercicio democrático y ejercicio de mandos estatales y, de manera particular el Ejecutivo actual centrado en cuatro o cinco ministerios, interesadamente y sin medir consecuencias se niega a concebir viable la normativa emergida de la democracia plural e intercultural y los mecanismos de concertación establecidos en la Constitución Política del Estado.

No es prudente entonces para la coyuntura actual inviabilizar un momento profundo de la democracia desde el lamento enfermizo de contraponer la democracia a la salud, o insistir en ver  erróneamente el mal donde no lo hubo, es decir ver a la normativa electoral en vigencia como causa de una supuesta desproporcionalidad representativa en los órganos de poder, o finalmente ver las elecciones nacionales en calidad de perdedores o percatarse de ello, y en razón a ello negarlas o evitar su realización. Y decimos que no es prudente por que las tres opciones mostradas nos están alejando de objetivos comunes y en contra-sentido de lo que se espera lograr desde la mirada honesta y sincera de la democracia plural e intercultural. 

Polarizar la vida democrática del país: juego del poder

No es necesario dar vueltas para explicar la polarización política en el país, pero lo que muchos no pueden ver es que esta polarización tiene solo una salida, independientemente del grado de violencia en las que se debata el actual conflicto.

Y esta salida única es la realización de las elecciones nacionales en el menor tiempo posible. Es decir que el juego ya empezó y termina con la realización de las elecciones, mientras a unos les interesa hacer hasta lo imposible para que este juego dure el mayor tiempo posible a otros les interesa su resolución inmediata.

Los movimientos sociales y sectores populares le pusieron tiempo a la duración del juego, es decir hasta el 6 de septiembre, sin embargo el 18 de octubre propuesto por el órgano electoral y el ejecutivo no es un tiempo real para finalizar el juego, es más bien un tiempo más  para que el juego no termine y se extienda hacia otras fechas y momentos favorables que a corto plazo no se visibiliza. Es esto la incertidumbre del accionar político.

Desde lo anterior se pone en claro que polarizar el conflicto político tiene la finalidad de alargar tiempos para su realización, acortar tiempos necesarios entre el inicio de campaña y la realización de las elecciones; así, si el conflicto se alarga no habrá tiempo para nuevo empadronamiento, no habrá tiempo para campañas y en ese sentido en razón a tiempos y plazos obligatorio las elecciones tendría que darse en otra fecha más allá del 18 de octubre. Pero además a lo que se está apuntando es a una nueva convocatoria en razón a que muchos partidos ya quedaron fuera de contienda antes de iniciarse la campaña electoral, unos por voluntad propia, otros por la realidad electoral analizada desde su curso diario y la correlación de fuerzas.  

Esto de jugar al alargue se ha puesto interesante pero lo que no está contando el Tribunal Electoral es que los sectores movilizados han puesto fecha y si no se resuelve esto hasta antes del 18 y, peor aún  a que se vean forzados a mover la fecha del 18 de octubre a noviembre o cosas parecidas  lo único que salvará la vida democrática es un nuevo ejecutivo devenido del conflicto antes de las elecciones nacionales.  Esto es en el peor de los casos y lo más sangriento que pueda darse un golpe civil policiaco miliar y el más democrático una sucesión constitucional para que en tres meses se pueda volver a la vida democrática.

La cancha está marcada para el nuevo ejecutivo y por lo descrito arriba, las elecciones se realizan antes del 18 de octubre o se negocia para que así sea o a mediano plazo es una junta policiaca militar, con sus consecuencias internacionales e internas adversas, o es la Asamblea Legislativa Plurinacional quien ocupara las funciones del nuevo Órgano Ejecutivo del Estado Plurinacional de Bolivia.

Nota. El Presidente del Órgano Electoral dijo que no recibió aún el desembolso de parte del ejecutivo para la realización de las elecciones, eso hace ver que el dinero no hay y por tanto las elecciones tienen que esperar a que haya dinero… eso es una mala jugada, perversa y fuera de toda regla.

Santa Cruz, 10 de agosto de 2020

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