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jueves, 3 de noviembre de 2022

PARO CIVICO EN EL AFAN FEDERALISTA - PARTE I

 


PARTE I

Por Carlos Alejandro Lara Ugarte

El Paro Cívico y el Cerco en el departamento de Santa Cruz presentan estratégicamente hablando, la reapertura de la lucha callejera con alcance institucional - departamental del proyecto de República Federal en contra del Estado Plurinacional Unitario, Social de Derecho y con Autonomías. La demanda de una nueva redistribución de recursos y ajustes numéricos a la representación en la Asamblea Legislativa Plurinacional, desde el paro cívico no es el factor de fondo para los cívicos y la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), pero curiosamente o ciegamente lo es para el  Gobierno Central. Bueno, veamos

A partir de esta hipótesis planteada en el párrafo anterior veremos algunas particularidades del paro cívico, desde una mirada táctica estratégica, pero recurriendo para su argumentación a situaciones o escenarios más próximos, hechos históricos y clichés más difundidos por los medios de comunicación y las redes sociales.

El escrito intentamos publicarlo en tres partes, esta será la primera parte de la publicación y empezamos abordando desde tres ejes de datos y unas primeras conclusiones. 

Un primer eje de datos a considerar es el recurso de fortalecimiento y aglutinamiento de fuerzas sociales desde el trabajo de masas por parte de las instituciones expositoras de la demanda; este recurso se lo realiza y se sustenta con el llamamiento permanente a la “ciudadanía cruceña” para resistir una supuesta invasión de personas del occidente boliviano y la intervención de la Policía Nacional en protección de los “invasores” y no de los cruceños. Este llamado es realizado abiertamente desde las redes sociales, los medios de comunicación, y orgánicamente desde el Comité Cívico,  la Unión Juvenil Cruceñista, las instituciones dependientes del Gobierno Autónomo Departamental, instituciones cooperativas, fraternidades, universidades, iglesia católica, evangelista y otras.

El segundo eje de datos identificados en curso es la organización de “cruceños de la clase media para abajo y para arriba e hijos de Kollas nacidos en Santa Cruz y amantes de la tierra  que les vio nacer y les dio la oportunidad de crecer”; este trabajo tiene el fin de consolidar el apoyo y el reposicionamiento de las acciones de la Unión Juvenil Cruceñistas y del Gobierno Autónomo Departamental. Objetivamente es expuesto como la lucha por un modelo económico cruceño que por lo mismo tiene aceptación social, pero con cierta resistencia cuando se lo liga al Modelo de República Federal. Por ello el trabajo de cooptación desde mecanismos abiertos se lo hace de manera gradual y velada. Los grupos sociales o colectivos con más frutos de este trabajo radican en ciudadanos afiliados a organizaciones cuyos dirigentes asumieron acuerdos y convenios sectoriales con el Gobierno Autónomo Departamental y el Comité Cívico. Entre estas organizaciones están la de algunos sindicatos de transportistas, miembros de la jerarquía eclesial, pastores de la  iglesia evangélica, dirigentes gremialistas, juntas vecinales, medios de comunicación y otros.  Nos limitamos por ahora a instancias locales.

El tercer eje de datos refiere a la estructuración de un aparato elitista Paramilitar en el mando del Comité Cívico Pro Intereses de Santa Cruz. La Unión Juvenil Cruceñista se constituye en ese aparato político y para militar  del Comité Cívico y actualmente también del Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz que, como brazo paramilitar, está encargado de las luchas callejeras, desbloqueos, bloqueos de carreteras y del adoctrinamiento, reclutamiento y preparación militar.

 La UJC fue fundado en 1957 y sus miembros son adoctrinados con la ideología, fascista, falangista, nacionalista, ultraconservadora y anticomunista.  La Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) considera a la Unión Juvenil Cruceñista como un grupo paramilitar, fundamentalmente violento y racista.

Desde este tercer eje de datos corresponde hacer notar que, a diferencia de la gestión de Rubén Costas, ex gobernador del GAD, quien en muchas  oportunidades fue atacado y fetichizado como traidor de la causa cruceña por la Unión Juvenil Cruceñista, la gestión de Fernando Camacho en el campo de la conflictividad social y reivindicativa del federalismo se apoya y se sustenta en la acción y la estructura paramilitar de la Unión Juvenil Cruceñistas  y el resguardo social de la estructura y discurso del Comité Cívico. Lo que se está viendo es que la mayoría de las instancias del GAD, a excepción de algunas que trabajan directamente con los derechos humanos, están siendo administradas o dirigidas desde el Comité Cívico pro intereses de Santa Cruz, a las que tácticamente se suman el Comité Cívico Femenino y los Comités Cívicos Provinciales, pero fundamentalmente instrumentalizadas por la UJC.

De todo lo anterior lo primero que debe concluirse es que lo menos que hace o hará la Unión Juvenil Cruceñistas es dialogar con los oponente o adversarios políticos, menos con los masistas, comunisatas e indígenas, no lo hará con el gobierno central salvo que se trate de gestionar bajas acaecidas durante los enfrentamientos callejeros y/o institucionales. Lo que logramos deducir de manera apodíctica es que la UJC no es una instancias de conciliación, ni siquiera esto lo concibe como vía de atención a la demanda social, su espacio de crecimiento y consolidación paramilitar está en las luchas callejeras, manifestaciones violentas y discursos incendiarios contra el Estado Plurinacional y todo lo que esto representa.

A lo anterior se nos viene a la mente aquello que hace pocos días dijo el gobernador Camacho, haciendo referencia a la renuncia de Evo Morales, que él no era Evo Morales para renunciar, al respecto, el sentido común, siempre llevó a concluir que Evo Morales renuncio para pacificar el país; y con esta declaración lo que expone Camacho es que, podemos estar matándonos en Santa Cruz, pero el continuará en gestión durante “esta matanza” desde el Gobierno Autónomo Departamental y con lo que supone la acción paramilitar de la Unión Juvenil Cruceñista.

Continuaremos con la segunda parte de esta escrito.

La Paz, 3 de noviembre de 2022

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