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martes, 22 de noviembre de 2022

PARO CIVICO EN EL AFAN FEDERALISTA -PARTE VII

 PARTE VII

 Por Carlos Alejandro Lara Ugarte

Ya para ir completando esta serie de escritos, especulativos y de análisis de la conflictividad social en el marco de la demanda y el derecho a la protesta es necesario tomar en cuenta un eje amplio de datos.

Este eje amplio de datos que refieren a circunstancias deliberativas con diseños estatales territoriales, poblacionales y constitucionales ocurridas durante el proceso constituyente.

Los datos dan cuenta las razones por las que el discurso federalista en Santa Cruz, (En Potosí con otros matices ideológicos), concibió a las autonomías, como modelo de construcción institucional para superar las barreras del centralismo sin agredir en su esencia la unidad estatal del pueblo boliviano, pero superando las relaciones que sustentaron la república colonialista, neoliberal y de dependencia.

De hecho, el proceso deliberativo al interior de la Asamblea Constituyente y del pueblo, en asambleas territoriales, cabildos y otros eventos de socialización y opinión del proceso constituyente, llevó a coincidir en la necesidad de generar una constitución que permita establecer marcos legales para extinguir las viejas miradas excluyentes y discriminadoras, racistas, coloniales y de ciega subordinación al poder extranjero.

Pero también en este debate se evidencio que el proyecto de la autonomía departamental cruceña en la mirada de sus expositores reproducía el centralismo colonial, neoliberal, excluyente frente a los pueblos indígenas y las provincias, además de una apertura al libre mercado y economía capitalista, que por cierto conculcaba los derechos fundamentales que se estaban incorporando en la Constitución Política del Estado desde la Asamblea Constituyente. En ese entendido las provincias y los pueblos indígenas impulsaron y lucharon por las autonomías municipales, las regionales y las Indígenas Originarias Campesinas.

El Estado unitario con autonomías no es un regalo de las élites políticas; es por el contrario una victoria del pueblo boliviano movilizado y organizado desde una agenda de lucha. Las autonomías en su implementación como todos lo saben es de años y de permanente continuidad, pero debe quedar claro que ningún proceso autonómico puede ser concebido si se mantiene las bases estructurales de la República colonial, es decir si no se transforma las relaciones de explotación, de pongueaje, realiones patriarcales y si no se trabaja por superar las grandes desigualdades sociales y territoriales.

Pero también hay otro campo que el discurso radical federalista llevó a la mesa deliberativa, y es que las regiones deliberaron visiones de país desde una nueva división política territorial, esto en razón a su continuidad territorial y afinidades socioeconómicas, es así que una posible federalización debía definir las unidades federativas, y desde las provincias y regiones y pueblos indígenas se desestimó que sean los departamentos concebidos como unidades federativas

El tiempo y las circunstancias que afrontó el proceso constituyente fue determinante, y muchos temas no fueron totalmente agotados, y que probablemente muchos constituyentes, líderesas y líderes saben el alto nivel de complejidad que lleva una nueva división política, sobre todo por el pendiente que dejo la Asamblea con la propuesta de creación de nuevos departamentos, que para el caso de Santa Cruz se dio desde la region Chiquitana, la Guaraní o de los valles y la de Norte. En esa posibilidad, desde estas regiones se planteó propuestas a la Asamblea Constituyente de creación de nuevos departamentos. Ocurrieron casos semejantes en otros departamentos.

Entonces el debate de las autonomías regionales y la creación de nuevos departamentos es un tema pendiente, que por su naturaleza la Constitución Política del Estado puede absorberlas en el marco legal y constitucional, pero es tema de alta prioridad que mientras los gobiernos autónomos no trabajen por la superación de las relaciones de desigualdad, discriminación, racismo y colonialismo, se seguirá culpando al centralismo y dejando rondar compleja y violenta cara del separatismo.

Consideraciones finales

El conflicto actual por el Censo 2023 en el que está inmerso la institucionalidad del Estado Plurinacional y la población, viene abriendo temas que la Asamblea Constituyente no los ignoró, pero consideró que por su alta complejidad demandaba madurez y sentido crítico de la realidad geopolítica y social, dada su larga historia desfavorable y débil vinculación territorial y socialcomunitaria.

El conflicto ha reflotado la vieja mirada republicana frente a la plurinacionalidad del Estado Boliviano. La mirada perversa del republicanismo liberal y neoliberal de los dos siglos pasados, es contraria a la mirada que hoy se tiene y se fue construyendo desde las políticas de integración nacional y consolidación de unidades socioeconómicas de desarrollo económico y humano.

Finalmente corresponde considerar que en el pueblo la humildad enaltece el orgullo y viceversa si se actúa con madurez y buena fe, en un amplio marco de racionalidad y empatía. En el caso del conflicto por el Censo 2023 la razón nos expone a gritos que esta se realizará el 2024, pero el orgullo demanda el 2023 y la humildad es atropellada por la inmadurez y la mala fe.

Sin embargo a todo hay algo o muchas cosa que no cuadra en este paro cívico. De alguna manera algunos pasajes reflejados por la prensa y las redes sociales me recuerda a lo reflejado en la película “Apocalipsis ahora” dirigida por Francis Ford Coppola.

 

La Paz, 22 de noviembre de 2022

 

PD. Fin de esta serie de escritos 

 

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